Guacamole

Se acerca el verano y apetecen recetas más fresquitas con las que amenizar los días y las veladas, ¿verdad? Pues no se me ocurre mejor manera de hacerlo que con este guacamole casero, refrescante y delicioso.

La receta que comparto hoy contigo es la receta básica de guacamole que realizo desde que tengo uso de razón y ¡no puede ser más sencilla! El guacamole me encanta, primero, por su versatilidad y, segundo, porque es súuuper fácil de elaborar, no vas a tardar más de 5 minutos.

Su origen se encuentra en México, de la mano de los aztecas. Tradicionalmente el guacamole se preparaba con aguacates, jugo de limón, tomate y chile. Poco a poco se fue transformando la receta y se le añadió cebolla, cilantro y ajo. En la actualidad, existen varias variantes según la zona donde se cocina, pero la base sigue siendo el preciado aguacate.

Lo bueno del guacamole es que nos da un montón de juego. Podemos usarlo en multitud de elaboraciones: puede acompañar tacos, tortas, sándwiches, guisos de estilo mexicano… y podemos presentarlo también como elemento principal, acompañado de unos nachos o crudités de verduras (zanahoria, calabacín, apio, pepino, manzana, etc.).

El guacamole puede presentarse completamente triturado, a modo de salsa, o picado primero y chafado luego con un tenedor, con “tropezones”. Particularmente, me encanta la segunda opción. Presenta, así, un toque rústico particular, que lo destaca en comparación con otros patés vegetales completamente triturados. Además, puedes distinguir mejor el sabor de cada uno de los ingredientes y el resultado tiene más textura. Si prefieres la versión triturada, sólo tienes que pasar todos los ingredientes por la batidora 😉

Para que el guacamole no se nos ennegrezca, tenemos varios trucos:

  1. Primero, es importante consumirlo fresco, al cabo de 2-3 días ya se nos pondrá feo. Lo conservaremos siempre en la nevera hasta que lo acabemos.
  2. En el momento de la elaboración, vamos a tener preparado el limón para echarle el chorro de su jugo en el momento en el que cortamos el aguacate y lo disponemos en el bol. El limón ayuda a evitar la oxidación, por eso lo añadimos con rapidez y mejor si es de manera generosa.
  3. Para su conservación, añadimos al guacamole el hueso del aguacate y lo hundimos en él.
  4. También va muy bien filmar a ras de piel con film transparente, para que la mezcla no esté en contacto con el aire.

 

Y, antes de ir a por la receta, quería aprovechar para contarte algunos de los beneficios del aguacate, el auténtico protagonista del guacamole:

  • Resulta una fuente muy saludable de grasas monoinsaturadas.
  • Es rico en vitamina E y otros minerales y vitaminas (vitamina C, provitamina A, potasio, calcio, magnesio, etc.).
  • Reduce los niveles de colesterol “malo” (LDL) y aumenta los niveles de colesterol “bueno” (HDL).
  • Es ideal para personas deportistas, embarazadas y personas que necesiten nutrir su organismo con fuentes de energía de buena calidad. No es tan indicado para personas que necesiten depurar.
  • A nivel energético, al tratarse de una fruta tropical, refresca, por lo que es más interesante consumirlo cuando las temperaturas empiezan a subir.

Aquí tienes la receta completa de mi guacamole favorito:

 

Ingredientes (para 3 personas)

  • 2 aguacates maduros
  • 1 tomate maduro
  • 1 trocito de cebolla tierna o cebolla morada picada (yo uso la morada de Figueres), como unas 2 c.s.
  • Zumo de 1 limón (5 c.s.)
  • Cilantro fresco picado al gusto (o perejil)
  • Chile en polvo (opcional), al gusto
  • Una pizca de sal marina
  • Pimienta negra recién molida
  • Un chorrito de AOVE

 

Elaboración

  • Limpiamos el tomate, lo cortamos a cuadraditos pequeños y lo disponemos en un bol mediano.
  • Pelamos la cebolla, la picamos bien finita y la añadimos al bol con el tomate.
  • Cortamos los aguacates por la mitad, les sacamos el hueso, cortamos cuadraditos con cuidado, sin sacarlo de la piel, y vaciamos su contenido en el bol, con la ayuda de una cuchara. Incorporamos rápidamente el zumo de limón y mezclamos bien.
  • Salpimentamos, añadimos el cilantro picado, el chile en polvo y un chorrito de aove. Mezclamos y chafamos un poco con un tenedor, hasta obtener la textura deseada. Mi truco es ser generosa con el aceite y la pimienta, le dan el toque mágico.
  • Reservamos en la nevera con el hueso del aguacate dentro y cubierto con film a piel, para evitar que se oxide, tal y como ya te he comentado arriba 😉

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Cuchillo puntilla

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Y si te ha gustado este guacamole…

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Hummus tradicional y variantes

Ay el hummus… ¡cuántos placeres me ha regalado desde que le conocí! Untable perfecto para desayunos, comidas, meriendas y cenas, para compartir y para disfrutar en solitario, el hummus es uno de los patés vegetales más populares y versátiles, y con razón. Está delicioso, es cremoso, con ese punto ácido, sólo lleva ingredientes de origen vegetal y es una manera muy saludable de introducir las legumbres en nuestra alimentación.

Elaborado a partir de garbanzos como elemento principal, el hummus es original del antiguo Egipto y se extendió como plato tradicional en toda la zona de Oriente Medio y la mediterránea oriental. Durante los últimos años, esta crema de garbanzos se ha popularizado tanto que incluso se vende envasado en los supermercados y ha perdido ese toque exótico para convertirse en un acompañamiento de lo más cotidiano y en uno de los básicos más básicos en todo tipo de dietas veganas, vegetarianas y healthy.

Para responder a la pregunta ¿cómo hacer hummus casero?, hoy te traigo la receta clásica de hummus, el hummus tradicional, junto con dos de mis variantes favoritas: el hummus de remolacha y el hummus de zanahoria.

Para la receta tradicional, los ingredientes básicos son los garbanzos, el tahini (que puedes elaborar por ti mism@ siguiendo este enlace), el limón y el ajo. También me gusta añadirle algún condimento extra como comino, perejil y pimentón dulce, que le dan un toque más aromático. Si no tienes tahini en casa o no puedes elaborarlo, no te preocupes. Te recomiendo que cambies la cucharada de tahini por la misma cantidad en semillas de sésamo y, al triturar, te quedes un ratito más.

Para el hummus de zanahoria, la elaboración es muy parecida a la anterior. Realizamos el mismo procedimiento, pero le añadimos zanahoria cocida y un punto de cúrcuma. Así será aún más naranja y potenciaremos su efecto antiinflamatorio.

Y, si lo que quieres es darle un aire más intenso y rojizo y te van los sabores más terrosos, con el hummus de remolacha vas a triunfar. En la receta, verás que le he cambiado el tahini por cacahuetes tostados, combinan súper bien con la remolacha y con el limón. Esta variante, además, lleva ralladura de limón, para potenciar el sabor de la remolacha. Sin duda, los cacahuetes le aportan un toque bastante atrevido y para nada tradicional (puristas, abstenerse). Aunque si lo prefieres, los puedes cambiar por el tahini tradicional.

 

¿Cómo elaborar un buen hummus?

Para empezar a elaborar cualquier hummus, lo que necesitarás son unos buenos garbanzos cocidos. Puedes cocerlos por tú mism@ o comprarlos ya cocinados. A mí me gusta cocinar las legumbres en casa, pero también tenemos algún bote de garbanzos para el día que vamos con prisas. Para cocer los garbanzos, sólo tenemos que dejarlos a remojo toda la noche. A la mañana siguiente, escurrimos el agua y cocemos con agua nueva abundante y una hojita de laurel y/o un trocito de alga kombu, a fuego medio-bajo, hasta que estén tiernos (hasta 2 horas). Desespumamos al principio y añadimos la sal al final de la cocción, durante los últimos 10 minutos.

Una vez tenemos los garbanzos, los ponemos en el vaso de la batidora junto con los demás ingredientes (excepto el agua) y lo trituramos bien, hasta que se nos enganche. Añadimos el agua poco a poco en función de la textura que más nos guste, triturando todo el rato, hasta obtener una crema fina, suave y homogénea.

¿Cómo puedo versionar el hummus?

Lo mejor de todo es que podemos hacer hummus de lo que nos apetezca. Tenemos la receta básica y a partir de aquí podemos jugar añadiendo los ingredientes que tengamos en casa: aceitunas, tomate deshidratado, alcachofas cocidas, aguacate, espinacas crudas, curry, boniato, calabaza, pimento rojo o berenjena asados… También podemos cambiar la base, los garbanzos, por otras legumbres, como por ejemplo las lentejas, los guisantes, los azukis o las alubias blancas.

¿Con qué lo acompaño?

Además, la receta de hummus es súper fácil y rápida, la puedes aprovechar para un montón de ocasiones y le va a encantar a toda la familia.

Podemos acompañar el hummus con crudités de verduras (palitos de zanahoria, calabacín, apio o pepino, por ejemplo), con nachos (los de la foto los compramos ecológicos), con crackers o con palitos integrales. Podemos utilizarlo para untar en las tostadas del desayuno (elaboradas con un buen pan, como este pan de trigo sarraceno), en el bocadillo de los peques o en tortitas de maíz o de arroz. Incluso podemos usarlo para acompañar casi cualquier plato principal, o para dar el toque completo a falafels y panes de pita.

Te dejo con las recetas, para que las disfrutes:

 

 

HUMMUS TRADICIONAL

 

Ingredientes

 

  • 1 vaso de garbanzos cocidos
  • 1 c.s. tahini
  • 2 c.s. zumo de limón
  • 1 c.c. comino molido
  • Un puñadito de perejil fresco picado
  • 2 c.s. AOVE
  • ½ diente de ajo
  • ½ c.c. pimentón dulce
  • Una pizca de sal marina
  • agua de la cocción de los garbanzos o agua mineral

 

Elaboración

 

  • Ponemos todos los ingredientes, excepto el agua, en un recipiente apto para batidora de brazo o en una batidora de vaso pequeña. Trituramos primero y, una vez se nos enganche a las paredes, vamos incorporando poco a poco el agua hasta obtener la consistencia deseada.
  • Servimos con unos garbanzos cocidos, una pizca de pimentón y un chorrito de aceite de oliva.

 

 

HUMMUS DE ZANAHORIA

 

Ingredientes

 

  • 1 vaso de garbanzos cocidos
  • 2 zanahorias pequeñas o 1 grande, cocidas durante 15 minutos
  • 1 c.s. tahini
  • 3 c.s. zumo de limón
  • 1 c.c. comino molido
  • 1 c.c. cúrcuma molida
  • 2 c.s. AOVE
  • ½ diente de ajo
  • ½ c.c. pimentón dulce
  • Una pizca de sal marina
  • agua de la cocción de los garbanzos o agua mineral

 

Elaboración

 

  • Ponemos todos los ingredientes, excepto el agua, en un recipiente apto para batidora de brazo o en una batidora de vaso pequeña. Trituramos primero y, una vez se nos enganche a las paredes, vamos incorporando poco a poco el agua hasta obtener la consistencia deseada.
  • Servimos con unas hojitas de perejil, un poco de cúrcuma espolvoreada y un chorrito de aceite de oliva.

 

 

HUMMUS DE REMOLACHA

 

Ingredientes

 

  • 1 vaso de garbanzos cocidos
  • ¼ remolacha cruda rallada (aunque si lo prefieres, puedes cocerla)
  • 1 c.s. cacahuetes tostados
  • 3 c.s. zumo de limón
  • 1 c.c. ralladura de limón
  • 1 c.c. comino molido
  • 2 c.s. AOVE
  • ½ diente de ajo
  • ½ c.c. pimentón dulce
  • Una pizca de sal marina
  • agua de la cocción de los garbanzos o agua mineral

 

Elaboración

 

  • Ponemos todos los ingredientes, excepto el agua, en un recipiente apto para batidora de brazo o en una batidora de vaso pequeña. Trituramos primero y, una vez se nos enganche a las paredes, vamos incorporando poco a poco el agua hasta obtener la consistencia deseada.
  • Servimos con una pizca de ralladura de limón y un chorrito de aceite de oliva.

 

 

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Mi batidora favorita para todo tipo de purés y patés. Lo único es que, para hacer poca cantidad como en la receta, te recomiendo que uses uno de los vasos pequeños que tienen disponibles.

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Y, si te ha gustado la receta…

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Salsa de queso vegano

salsa de queso estilo cheddar

Salsa de queso vegano estilo cheddar

De todas las recetas de queso vegano, esta versión es, de lejos, la que más triunfa en casa y con todos mis amig@s: la salsa de queso vegano estilo cheddar. Se trata de una receta relativamente rápida (tardamos el tiempo de cocer la patata y la zanahoria), ya que no tiene que fermentar ni reposar, ni requiere elaboraciones ni ingredientes complicados.

Esta es la típica salsa de queso tipo cheddar en versión vegana. Resulta ideal para dipear, con nachos, pero también con crudités. También funciona de maravilla para untar en tortitas o en unas buenas tostadas de pan integral (como con este pan casero de trigo sarraceno). Incluso queda delicioso como queso para tus pizzas o como salsa para macarrones y todo tipo de pasta. Así que ya ves, una salsa súper versátil.

 

La verdad sea dicha, este queso vegano es totalmente adictivo. No sé si esto es positivo o negativo, lo que sí sé es que, cuando preparo esta receta en casa, literalmente vuela, de tan rica que está. Parece increíble que una base tan sencilla como la patata y la zanahoria puedan dar tanto juego. Pero sí. Por supuesto que sí. Con unos pocos aderezos, conseguimos una salsa de queso vegano que nada tiene que envidiar a la versión original con lácteos.

Esta receta se ha convertido en uno de mis básicos en la cocina y me encanta porque:

  • Es saciante y sabrosa.
  • Está elaborada con ingredientes saludables, utilizando verduras como base.
  • Nos aprovechamos de la textura pegajosa de la patata triturada para darle consistencia de queso fundido, bien cremosa.
  • Realmente sabe a queso.
  • Es vegana y, por lo tanto, está elaborada sin lácteos.
  • Es la receta perfecta para iniciarse en el mundo de los quesos veganos.
  • Resulta muy fácil de hacer, ¡solo tenemos que triturar todos los ingredientes!

Te dejo con la receta que va a entrar a formar parte de tu vida 😉 :

Ingredientes (para 4 personas)

  • 1 patata mediana
  • 1 zanahoria mediana
  • 25g AOVE
  • 85g agua de la cocción
  • 1 pizca de sal marina sin refinar
  • 1 c.s. de jugo de lima o limón
  • 20g levadura nutricional
  • 1 c.p. ajo en polvo
  • 1 c.s. cebolla deshidratada

 Elaboración

  • Ponemos agua abundante en un cazo y lo llevamos a hervir. Una vez empiece a hervir, echamos una pizca de sal, y la patata y la zanahoria peladas y cortadas a trozos medianos. Dejamos cocer entre 15 y 20 minutos, hasta que las verduras estén tiernas. Retiramos y guardamos el agua de la cocción.
  • Ponemos en el vaso de la batidora todos los ingredientes y batimos hasta obtener una crema fina y homogénea.

 

Observaciones

  • Este queso mejora con las horas, pero también se va quedando más espeso (puedes rectificarlo con más agua, si fuera necesario). Si lo prefieres, puedes hacer más cantidad y así tendrás para varios días. Se conserva en la nevera perfectamente hasta 4 días.
  • Receta adaptada de la receta de queso cremoso de Venu Sanz y Danza de Fogones.

 

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Y, si te ha gustado la receta…

¿Quieres ideas para utilizar esta deliciosa salsa en otros platos? Aquí te dejo con algunas recetas:

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Cómo hacer tahini

El tahini es la pasta o crema de sésamo, muy popular en la gastronomía de Oriente Medio, donde se utiliza para multitud de platos tradicionales, como el hummus o el baba ganoush, por ejemplo. O como base para salsas, como la típica salsa de tahini y limón. Muchas veces me preguntáis cómo hacer tahini casero u otras mantequillas de frutos secos, porque veis que las utilizo un montón en mi cocina. Y la verdad es que no puede ser más sencillo 🙂

Por eso hoy te dejo con todos los trucos para hacer tahini por ti mism@. Además, esta es una receta doble, porque este procedimiento también te servirá para elaborar cualquier mantequilla de frutos secos. Como la crema de cacahuete, la mantequilla de almendras o la crema de avellanas (que nos sirve como base para una deliciosa “Nutella” saludable y vegana).

Aunque puedes comprar el tahini y las mantequillas de frutos secos en cualquier herbolario (en los supermercados es súper difícil encontrarlos sin aditivos), resulta mucho más económico hacerlo en casa. Además, te aseguras de que utilizas ingredientes 100% de calidad y le das ese toque que a ti más te gusta.

El sésamo o ajonjolí es una semilla que destaca por su alto contenido en calcio. Si te interesa cómo conseguir calcio de fuentes que no sean los lácteos, una buena dosis te la darán las algas, las hojas verdes (y el brócoli especialmente) y, por supuesto, el sésamo. El sésamo también es rico en otros minerales como el magnesio, el fósforo, el cobre, el manganeso o el hierro.

Como otras semillas y frutos secos, es una gran fuente de lípidos, grasas saludables y omega-6. Las semillas de sésamo son ricas también en proteínas y destacan por su efecto remineralizante, reconstituyente y energético, perfectas para deportistas y para personas que presentan síntomas de debilidad, para estudiantes y para paliar los efectos del estrés oxidativo.

Ahora bien, si quieres beneficiarte de todas las ventajas de estas semillas, tendrás que masticarlas bien (proceso algo difícil, tratándose de semillas tan pequeñas) o triturarlas, para que nuestros intestinos sean capaces de absorber todos sus nutrientes. Por este motivo, tomar tahini es tan beneficioso para tu salud. Es una manera fácil de asegurarte que absorbes todos los nutrientes del sésamo.

Para utilizarlo en la cocina, es mucho mejor si lo diluyes en algún preparado: es mucho más digestivo y no es tan graso como si lo tomaras solo. Puedes diluirlo con un poco de agua y miso para preparar la clásica salsa de tahini y miso macrobiótica, también te sirve como base para la salsa de tahini y limón, ideal para acompañar falafels, ensaladas o kebabs vegetales. Diluido con un poco de melaza de arroz, funciona de maravilla como una crema untable para unas buenas tostadas elaboradas con pan de calidad. Puedes añadirlo a tus aliños, vinagretas y patés vegetales, como el hummus de garbanzos, el paté de remolacha o el baba ganoush (paté de berenjenas). E incluso introducirlo en los porridges del desayuno o en postres veganos para darle el toque cremoso y graso de la leche o la mantequilla.

Para elaborar cualquier mantequilla de semillas o frutos secos necesitarás:

  • 1 batidora potente, de vaso, o un procesador de alimentos.
  • Un mínimo de 300 g de semillas o frutos secos, crudos y pelados. Puedes escoger uno o un par de ellos:
    • Sésamo
    • Nueces
    • Avellanas
    • Almendras
    • Cacahuetes
    • Semillas de girasol
    • Nueces pecanas
    • Nueces de Macadamia
    • Pistachos
    • Anacardos

Y, si te apetece, puedes ponerle algún ingrediente extra para aportarle tu toque particular: canela, vainilla, una pizca de sal marina para una receta salada, una cucharadita de melaza de arroz para darle un toque dulce, especias al gusto…

Proceso de elaboración

Para su elaboración, vamos a empezar tostando el sésamo o los frutos secos de tu elección. Puedes tostar el sésamo en la sartén, pero para cantidades grandes como la de nuestra receta, a mí me resulta mucho más cómodo tostarlo en el horno. Además, te aseguras un tostado uniforme. Me gusta que el sésamo adquiera un ligero color dorado, ni muy tostado, ni muy blanco.

Para el tahini, se utilizan variedades claras. Dejaremos el sésamo negro para otras elaboraciones. Aunque puedes hacer crema de sésamo negro, la verdad es que tiene un sabor muy fuerte, más amargo y es más difícil de maridar e introducir en nuestros platos en el día a día.

Por supuesto, también puedes optar por no tostar las semillas o frutos secos, pero el resultado tiene menos carácter y cuesta más conseguir una textura fina a la hora de procesar la materia prima.

Una vez tostado, introducimos el sésamo en el vaso de la batidora y, a partir de aquí, el tiempo y la paciencia harán el resto del proceso. Es tan sencillo como dejar que se trituren las semillas a velocidad media durante unos minutos, dejando que ellas mismas saquen su propio aceite y creen esa textura untuosa que tanto nos gusta.

El tiempo de triturado variará en función de la batidora y el fruto seco. Así, por ejemplo: los cacahuetes o anacardos son frutos secos que rápidamente hacen mantequilla (entre 5 y 10 minutos), mientras que las avellanas y el sésamo tardan un poco más (10, 15 minutos) y las nueces pecanas aún son más lentas (hasta 20 minutos pueden tardar).

 

Cómo solucionar posibles fallos

Es importante no desesperar si vemos que no nos sale la textura cremosa porque el sésamo o los frutos secos se enganchan a las paredes de la batidora. En este caso, normalmente los posibles fallos se deben a:

 

  • Falta de tiempo de triturado. Vamos a seguir bajando con la espátula la pasta hacia abajo, con la batidora apagada, y vamos a seguir triturando, si hace falta a menor velocidad.
  • No hay suficiente sésamo o frutos secos. Si por mucho que bajemos la pasta, se queda enganchada y no hay manera que la cojan las cuchillas, posiblemente se deba a que no hay suficientes frutos secos. Tostamos unos pocos más, los añadimos y seguimos triturando.
  • La batidora no es suficiente potente. Si ninguna de las soluciones anteriores funciona, puede ser que, simplemente, la batidora no sea suficiente potente. A veces ocurre. Con la batidora de brazo, por ejemplo, difícilmente conseguirás hacer tahini o mantequilla de frutos secos. En este caso, mejor compra el tahini en tiendas de productos ecológicos.

Pues bien, una vez contados todos los detalles sobre cómo hacer tahini casero, te dejo aquí con la receta explicada paso a paso:

Ingredientes

  • 2 tazas de sésamo crudo (300 g)
  • 1 c.p. de aceite de coco, aceite de sésamo o aove (opcional)

Elaboración

  • Tostamos el sésamo en el horno o la sartén. Al horno, a 180ºC durante unos 18 minutos (en función de tu horno), removiendo cada 5 minutos. En la sartén, puedes tostarlo a fuego fuerte, sin parar de remover las semillas con una cuchara de madera. Si haces mantequilla de frutos secos, es mucho mejor tostarlos en el horno, pues el tostado resulta mucho más uniforme.

  • Introducimos el sésamo en el vaso de la batidora y trituramos 1 minuto a máxima potencia o hasta que se forma una pasta y deja de triturar porque el sésamo se ha adherido a las paredes. En este punto, paramos la máquina y bajamos la pasta hacia abajo con la ayuda de una espátula.
  • Volvemos a arrancar, esta vez a potencia media (a la velocidad 3 con la Vitamix o Thermomix) y dejamos así hasta que se forme una pasta más o menos líquida. Tardará unos 10 minutos, en función de tu batidora y del fruto seco o semilla.
  • Añadimos el aceite si queremos un resultado más cremoso y subimos a velocidad 4 o 5, lo que deje la crema sin que se quede enganchada en las paredes. Y trituramos a esta velocidad durante unos 5 minutos más. Apagamos.
  • Colocamos el tahini en un pote de cristal hermético y lo dejamos atemperar. Aunque estas son elaboraciones que aguantan bien fuera de la nevera algunas semanas, yo siempre las guardo en la nevera, pues así siempre se conservan mejor y no se enrancian los aceites (como a veces ocurre en verano). El tahini y las mantequillas de frutos secos pueden aguantar muchas semanas en perfecto estado, hasta meses, dentro de la nevera.

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Lámina de silicona para hornear

La solución para no tener que usar papel de horno cada vez. Sin duda, será una de mis próximas adquisiciones. Es perfecta como base para tostar el sésamo u otros frutos secos, para que no se nos enganchen a la bandeja del horno.

Te enlazo a esta que puedes encontrar en Conasi. Y recuerda que tienes un descuento del 5% por venir de mi parte con el código CNS-NATURALMENTE.

Vitamix Ascent 2500

La verdad es que una buena batidora Vitamix es perfecta para esta receta, porque necesitas una batidora potente para poder hacer tahini o mantequilla de frutos secos. Yo estoy más que contenta de poder estrenar mi Vitamix con esta receta 🙂

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Tarro de consera Weck

Estos preciosos tarros de conserva son herméticos y perfectos si quieres conservar tu tahini casero en un recipiente de la mejor calidad.

Te remito a este de Weck, que puedes encontrar en Conasi. Y recuerda que tienes un 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE.

Y si te ha gustado esta receta para tahini…

¿Qué te parecen estas deliciosas recetas donde utilizar tu tahini casero?

 

¿Compartimos la receta?

Salsa de tahín y limón

¡Muy buenas! ¿Cómo estás?

Hoy te escribo para compartir contigo una de las recetas que me ha tenido enamorada durante las últimas semanas: la salsa de tahín y limón.

De esta salsa, hay miles de versiones. De hecho, en macrobiótica se suelen preparar un montón de aliños a partir del tahín y el limón. Hoy, sin embargo, quiero mostrarte la versión más clásica, árabe, mediterránea al 100% y que puedes encontrar fácilmente acompañando tu falafel en cualquier restaurante turco 😉

De hecho, encontré la idea para esta receta en el libro Jerusalénde Yoyam Ottolenghi y Sami Tamimi, la Bíblia de la cocina de la ciudad. (¿Sabéis que me encanta la cocina de Ottolenghi? Si no conoces su trabajo, échale un vistazo y me cuentas 😉 Lo que hace con las verduras es sencillamente espectacular.)

En Jerusalén utilizan este aliño casi para cualquier cosa. Así que te recomiendo que pruebes y experimentes. Le queda súper bien al falafel, cualquier hamburguesa vegetal, garbanzos, calabazas asadas, ensaladas, col lombarda, boniato, higos, etc. y con alimentos condimentados con comino, pimentón dulce, perejil. Vaya, con toda una paleta bien mediterránea.

Si quieres elaborar tu propio tahini en casa, es muy fácil. Lo puedes guardar hecho en la nevera durante semanas (¡incluso meses!) y, a partir de ahí, usarlo en aliños como el que te propongo hoy. Te dejo aquí la receta de cómo hacer tahini casero, donde encontrarás también todos los trucos para hacer cualquier mantequilla o crema de frutos secos.

No me enrollo más y te dejo con la receta, ya verás que rápida, fácil y deliciosa 🙂 Sólo necesitas 5 ingredientes, una batidora de brazo y un recipiente adecuado para batir:

Salsa de tahín y limón

Ingredientes

  • 2 c.s. tahin
  • Zumo de ½ limón
  • ½ diente de ajo
  • 1 pizca de sal
  • entre 6 y 8 c.s. agua

 

Elaboración

  • Echamos todos los ingredientes en un vaso apto para triturar y batimos con la ayuda de la batidora de brazo.

Observaciones

  • El resultado es una salsa líquida y fluida que funciona perfecta como aliño. A mí personalmente me gusta con más limón (adoro el ácido del cítrico), pero prueba a tu gusto hasta encontrar tu punto, y añade más o menos agua en función de tus preferencias.

Espero que te guste 🙂

 

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Batidora Bamix Classic

Una batidora de vaso tipo Bamix. Las batidoras de vaso son perfectas cuando necesitas preparar cantidades pequeñas: salsas, aliños, mayonesas… Y para la receta de hoy, es ideal.

La batidora Bamix Classic es muy interesante porque el acero inoxidable usado es de la mejor calidad y, además, te aseguran que se trata de un producto de gran calidad y que te va a durar años. Te dejo el enlace aquí para encontrarla en Conasi y recuerda que, por venir de mi parte, tienes un descuento del 5% en todas tus compras utilizando el código CNS-NATURALMENTE.

Personal Blender PB 150

Una batidora tipo personal blender es también una gran opción a la hora de triturar pequeñas cantidades. Lo bueno de este tipo de batidoras es que además podrás triturar todo tipo de semillas y hacerte tu propio tahín para la receta.

La PS 150 es el modelo más sencillo, te dejo aquí el enlace para encontrarla en Conasi. Y acuérdate de mi descuento del 5% con el código CNS-NATURALMENTE.

Si te gustan las recetas de salsas y aliños, échale un vistazo a estas deliciosas recetas:

 

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Espaguetis de calabacín con pesto de kale

¡Buenos días!

¿Cómo estás?

Hoy te voy a deleitar con esta receta sencillísima pero muy resultona para que disfrutes con todos los sentidos: los espaguetis de calabacín con pesto de kale. Rico, ¿verdad? Son ligeros, gluten free, veganos y muy muy saludables y deliciosos. Además, es una de las recetas que me he puesto a hacer como una loca desde hace unas semanas. Y que me recuerda que la primavera ya está aquí (con lo que me pongo muy pero que muy contenta).

Y tú, ¿has notado también el cambio?

Yo lo he visto claro: las temperaturas han subido, han llegado las lluvias y ese olor tan característico de la vida que nace. Ya veo florecer algunos árboles fruteros y nacer los primeros brotes, hemos salido a coger espárragos, llenado la casa de plantas y flores y sacado el polvo de la Spirali para empezar a devorar espaguetis de verduras con todas las salsas posibles.

Y es que en esta época empiezan a apetecer cada vez más verduras y frutas de la estación en estilos de cocción más suaves y ligeros (también crudos), y en más cantidad. Natural. El cuerpo nos pide que nos adaptemos a la nueva estación y, para ello, necesitamos más verde, más energía madera, más chispa, más energía que nos haga brotar la vida de nuestro interior.

Y para que entres en la nueva primavera por la puerta grande, hoy he preparado para ti este plato que ya se ha convertido en clásico y que va a hacer las delicias de cualquiera. Sí, aquellos que dicen que “no les gustan las verduras” también caen rendidos 😉.

Espaguetis de calabacín para introducir una buena dosis de verdura cruda de una manera deliciosa + pesto vegano de kale para aportarte todos los beneficios de las hojas verdes = chute extra de energía y sabor asegurado.

 

Vamos a por la receta:

Ingredientes (para 3 personas)

  • 1 y ½ calabacines
  • 1 y ½ tazas de col kale limpia
  • ½ taza de almendras tostadas
  • ½ diente de ajo
  • 2 c.s. levadura nutricional[1]
  • 1/3 taza de aove
  • 1/3 taza de agua
  • 1/2 c.c. sal marina sin refinar
  • una pizca de pimienta negra recién molida
  • 1 c.p. vinagre de manzana
  • Para decorar: unos tomates secos, aceitunas negras de Aragón y un poco más de levadura nutricional.

 

Elaboración

  • Limpiamos los calabacines, les cortamos las puntas y los hacemos espaguetis con la ayuda de la Spirali. Si no disponemos de este aparato, podemos hacer láminas longitudinales con la mandolina o pelador, juntar unas cuantas (el grosor de 1 o 2 cm) y hacer las tiras manualmente con un cuchillo. Este segundo procedimiento es un poco más lento y complicado. Pero te saca del apuro si tienes antojo de espaguetis de calabacín 😉
  • Ponemos el resto de ingredientes en el vaso de la batidora y trituramos hasta obtener una textura homogénea.
  • Servimos los espaguetis de calabacín con un poco de salsa por encima. Y decoramos con unos tomates secos, unas aceitunas negras y un poco de levadura nutricional.

 

TRUCO:

Lo ideal es que quede una salsa un pelín subidita de sal. Piensa que luego tenemos que aderezar con ella todos los espaguetis. A diferencia de la pasta tradicional, que ya salamos en la cocción, los espaguetis de calabacín no vienen cocinados con sal. De hecho ni los cocinamos. Así que ten en cuenta la pequeña diferencia a la hora de preparar la salsa 😊

 

[1] Levadura inactiva que se utiliza como suplemento por sus múltiples propiedades beneficiosas para el organismo. Encuentra más información aquí.

 

Para esta receta, he usado:

Spirali

De todos los cortadores de verduras que he probado para hacer espaguetis, Spirali es sin duda el que mejor funciona. Un poco más voluminoso que los más pequeños a modo de sacapuntas. Pero vale la pena la inversión en espacio: el resultado es mucho mejor y la elaboración mucho más confortable.

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Batidora Personal Blender - PB 150

Ideal para triturar pequeñas cantidades (como la del pesto de kale o cualquier salsa), porque las batidoras de vaso suelen quedar demasiado grandes para tal propósito (a no ser que desees hacer cantidades industriales, por supuesto).

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Espátula de silicona

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Trío de patés vegetales al estilo mediterráneo

Seguramente ya lo habrás notado. Pero por si acaso, te lo cuento: me encantan los patés vegetales. Son súper ricos, cremosos, fáciles y muy rápidos de preparar.

Pero, sobre todo, me enamoran por su versatilidad y utilidad. Puedes usarlos como entrante con sticks de zanahoria y/o apio, con crackers caseros (como los que te propongo en el blog) –todo un clásico que no falla en ninguna fiesta. Puedes introducirlos en tu desayuno en una tostada de pan de buena calidad y un poco de rúcula, por ejemplo, o en el bocadillo de media mañana de los más peques. O incluso utilizarlos para acompañar tu plato principal, introduciendo un toque de cremosidad a todo tipo de cereales integrales y legumbres.

La gracia de los patés vegetales es que podemos hacerlos de casi cualquier cosa, sólo necesitamos una verdura o proteína vegetal de buena calidad, un poco de aove, especies y un poco de imaginación. Puedes jugar con las texturas, colores y sabores para darle ese toque mágico a tu elaboración.

Un truco para los mejores patés vegetales

Introduce siempre o un toque ácido (a partir de jugo de limón o un poco de vinagre de manzana) o un toque dulce (con un dátil o un chorrito de melaza de arroz o ágave) o un toque de grasa saludable (con un buen aceite, semilla o fruto seco) o una combinación de varios, para darle a tu paté ese toque mágico y alcanzar así un nivel superior, ya verás 😉

Para la receta de hoy, te propongo una combinación bien especial, al más puro estilo mediterráneo. Alcachofas, tomates secos, zanahorias, almendras, berenjena y aceitunas negras son los protagonistas de los patés vegetales de hoy. Verduras como base al servicio de unos patés saludables, más ligeros que los elaborados a base de proteínas, y suuuper ricos, ideales para compartir con los que más quieres y servir como entrante acompañados de unos sticks de apio o zanahoria (como puedes ver en la fotografía).

Te dejo con la receta (los ingredientes son para 4 personas):

 Paté de alcachofas y tomates secos

  • 7 corazones de alcachofa hervidos
  • 5 tomates secos rehidratados
  • ½ taza de almendras tostadas
  • 3 c.s. aove
  • ¼ taza de agua

Paté de zanahoria asada y almendras

  • 2 zanahorias asadas
  • ½ taza de almendras tostadas
  • ¼ taza de agua
  • 3 c.s. aove
  • 1 pizca de sal marina sin refinar
  • ½ c.c. pimentón ahumado
  • 1 c.c. orégano
  • 1 c.p. vinagre de manzana

Paté de berenjena y aceitunas negras

  • 1 berenjena asada
  • 1 c.s. olivada o 6 aceitunas negras de Aragón deshuesadas
  • ½ diente de ajo
  • 2 c.s. jugo de limón
  • 1 pizca de sal marina sin refinar
  • 3 c.s. aove
  • 1 pizca de pimienta negra recién molida
  • 1 c.p. ágave o 1 dátil

 Elaboración

  • Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y trituramos hasta obtener una crema espesa. Ajustamos sal al gusto. Servimos en unos cuencos con unas semillas por encima y acompañamos de los sticks que más nos gusten.

Para esta receta, es súper importante disponer de una buena batidora (para que ingredientes como las almendras o las alcachofas queden bien finos). Por eso te recomiendo que eches un vistazo a esta guía, donde encontrarás los recursos que necesitas para escoger la batidora que mejor se adapte a tus necesidades.

Para estos patés vegetales, te puede interesar…

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Ideal para triturar pequeñas cantidades (como la de los patés vegetales o cualquier salsa), porque las batidoras de vaso suelen quedar demasiado grandes para tal propósito (a no ser que desees hacer cantidades industriales, por supuesto). También van muy bien para los patés las batidoras de brazo convencionales 🙂

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Espátula de silicona

Para aprovechar todo el paté al servirlo, será imprescindible una buena espátula de silicona, libre de tóxicos.

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Bandeja de cristal para horno

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Boniato al horno relleno de alcachofas

Hoy te traigo una receta muy especial: un boniato al horno relleno de alcachofas y con una salsa de almendras y cebolla asada que hará las delicias de todos los paladares.

Se trata de una receta que tiene como base las verduras de la estación (¡me encanta el tiempo del boniato y las primeras alcachofas!) y, como consecuencia de su elaboración y estilo de cocción, resulta cremosa, dulce, consistente y absolutamente deliciosa 🙂

Para realizarla, me he inspirado en la combinación tan tradicional de la salsa romesco con los calçots, las alcachofas y las patatas, adaptando la salsa y las verduras a la manera que quería (he cambiado las patatas por boniato para evitar la solanácea y los calçots por cebollas).

Puedes utilitzarla para una cena calentita o para un almuerzo especial. Y te propongo que acompañes los boniatos con un poco de rúcula y unos garbanzos rostizados, la combinación resulta muy especial y obtendrás un plato completo (mejor para el almuerzo, en este caso, o para una cena de personas muy deportistas).

Te dejo con esta receta de boniato al horno relleno, espero que la disfrutes:

 

Ingredientes (para 4 personas)

Para el boniato al horno:

  • 4 boniatos medianos/pequeños
  • 1 cebolla
  • 4 alcachofas
  • 50 ml de vino tinto
  • Un chorrito de aove
  • Una pizca de sal marina sin refinar
  • ½ c.c. ajo en polvo
  • 1 c.c. orégano
  • Un poco de perejil fresco para decorar

Para la salsa de almendras y cebolla asada:

  • 100 gr almendras tostadas y peladas
  • ½ diente de ajo
  • ½ cebolla al horno
  • 60 gr de aove
  • 40 gr de agua
  • 1 c.s. vinagre de manzana
  • 1 c.c. pimentón ahumado
  • Una pizca de sal marina

 

Elaboración

  • En una bandeja de horno cubierta de papel parafinado, disponemos los boniatos limpios y media cebolla con piel. Horneamos a 200 ºC durante 30 minutos.
  • Mientras tanto, salteamos una cebolla picada en una sartén con un chorrito de aove, durante 7 minutos, y a continuación añadimos los corazones de las alcachofas, laminados. Salteamos unos minutos más, añadimos la sal, las especies y un chorrito de vino tinto. Dejamos que reduzcan las verduras y que queden doraditas.
  • Sacamos las verduras del horno. Cortamos los boniatos por la mitad longitudinalmente, los vaciamos y añadimos la pulpa a la sartén con la cebolla y las alcachofas. Salteamos junto unos minutos más para que se integren los sabores y volvemos a llenar los boniatos con la mezcla. Hornamos 10 minutos más a 200ºC.
  • Mientras se acaban de hacer los boniatos, preparamos la salsa poniendo todos los ingredientes en el vaso de la batidora y triturándolo todo hasta obtener una crema homogénea, pero con grumos.
  • Servimos los boniatos con un poco de salsa por encima y el perejil picado.

Bon appetit!

 

Para esta receta de boniato al horno relleno, te puede interesar…

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Las sartenes ecológicas SKK están hechas sin teflón y con antiadherente reforzado con titanio, de calidad superior. Además, puedes elegir entre 13 tamaños diferentes. Encuéntrala aquí.

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Bandeja de cristal para horno

Para hornear los boniatos, la cebolla y todo lo que te apetezca. Está hecha de vidrio borosilicato, material que no desprende tóxicos y es altamente resistente al calor. Encuéntrala en Conasi aquí.

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Para hacer la salsa de almendra y todo lo que se te ocurra (ideal también para tus mantequillas de frutos secos). Una de las mejores batidoras del mercado. Encuéntrala en Conasi aquí.

Si te gustan las recetas al horno, te recomiendo que eches un vistazo a mi versión favorita de los canelones de toda la vida: unos deliciosos canelones veganos con el relleno hecho a base de lenteja roja y anacardos. Y también te va a interesar mi falafel de lentejas rojas.

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Mayonesa vegana de aguacate

¿Te apetece una mayonesa vegana con la consistencia cremosa de toda la vida?

Pues te dejo con la solución final a tus peticiones: una deliciosa mayonesa vegana de aguacate. Una receta que preparo a todas horas y que me sirve para acompañar (casi) cualquier cosa: tostadas, pastas, fideuá, ensaladas, cereales integrales, legumbres… vamos, ¡una delicia en cuanto a versatilidad!

Como verás, está bien acidita, ideal para refrescar un plato más denso. Y me gusta porque, al ponerle una buena cantidad de aceite, queda suuuper cremosa, igual que la mayonesa más tradicional. Ya verás…

Además, es rapidísima de hacer, solo necesitas unos pocos ingredientes y te beneficias de todos los beneficios del aguacate que, por si aún no lo sabes, son muchísimos. Pero vamos a destacar tres:

  1. Es muy nutritivo: contiene un montón de vitaminas imprescindibles para tu salud, además de ser muy rico en potasio.
  2. Es rico en ácidos grasos monoinsaturados, ideales para regular las funciones del corazón y disminuir la inflamación.
  3. Es rico en fibra también, con lo cual beneficias a tu tránsito instestinal.

Te dejo, pues, con esta maravilla:

 

Ingredientes

  • 2 aguacates pequeños
  • jugo de 1 limón
  • 1 diente de ajo
  • ½ vaso de aceite de oliva virgen extra
  • 1 pizca de sal marina sin refinar
  • 1 pizca de pimienta negra recién molida

 

Elaboración

  • Cortamos los aguacates por la mitad, sacamos el hueso y vaciamos el contenido en el vaso de la batidora.
  • Rociamos los aguacates con el jugo de un limón.
  • Añadimos un diente de ajo, salpimentamos y empezamos a batir, a medida que vamos echando el aceite lenta y constantemente.
  • Servimos como más nos guste. ¡Y a disfrutar!

 

A ti, avocado lover, te animo a que descubras las maravillas del pesto de aguacate en esta deliciosa receta que he preparado especialmente para ti.

 

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