¡Buenos y calurosos días!
Hoy os traigo una receta súper veraniega: un pastel de polenta bien fresquito y especialmente ideal para aquellos días en los que te apetece tomar verdura verde al dente pero quieres darle un toque especial y más sabroso (si, como a mí, hay días en los que sólo deseas un buen plato de brócoli hervido tres minutos, este es tu post 😉).
Pues, si tienes poco tiempo para cocinar; deseas algo fresco, cremoso, crujiente y con una combinación de colores divertida; y además quieres un plato completo que te aporte todo lo que tu cuerpo te pide después de un intenso día de verano al aire libre (hidratos complejos de calidad, proteína y verdura verde), sin renunciar a un sabor alucinante, ¡esta es tu receta!
La hice hoy al volver de la playa en un santiamén y el resultado fue espectacular. ¡Y me encantan sus capas! Así que la quería compartir contigo. Ahí va:
Ingredientes (para 3 personas)
- Polenta: 2 vasos de agua, 1/2 vaso de polenta, una pizca de sal marina, una hoja de laurel, un chorrito de tamari, 1 c.c. cúrcuma, 1 pizca de pimienta negra recién molida.
- Paté de alubias rojas: 1/2 bote de alubias rojas, 1/4 de cebolla, jugo de 1 limón, 1 puñadito de cilantro fresco, una pizca de sal marina, 2 c.s. de Aove
- Decoración: 1 brócoli pequeño, 50 gr de tempeh, el resto de la cebolla, un chorrito de Aove, una pizca de sal marina, un chorrito de tamari, un chile y perejil fresco para decorar.
Elaboración
- Colocamos al fuego dos cazos con agua a hervir: uno para la polenta con 2 vasos de agua, y el otro para el brócoli con agua abundante.
- Mientras tanto, preparamos el paté triturando todos los ingredientes en el vaso de la batidora. Reservamos.
- Cuando el agua del cazo para la polenta empiece a hervir, bajamos el fuego al mínimo, añadimos todos los sazonadores. Y, a continuación, vamos añadiendo la polenta lentamente en forma de lluvia a la vez que removemos con una varilla. Dejamos cocer unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando, con una tapa (evitará que se nos quede la cocina patas arriba), hasta que la polenta esté cocida y con una textura espesa.
- Mientras se cuece la polenta, nos centramos en el brócoli: salamos el agua para del cazo para el brócoli, dejamos que hierva vivamente y añadimos la verdura cortada a láminas gruesas. Hervimos 3 minutos, colamos y enfriamos con agua fría. Reservamos.
- En una bandeja, extendemos la polenta una vez esté cocida. Dejamos reposar un par de minutos y añadimos una buena capa del paté de alubias. Disponemos el brócoli por toda la superficie.
- Y, para acabar, en una sartén pequeña salteamos, con un poco de aceite, la cebolla que nos queda, a láminas. Y el tempeh, también a láminas, hasta que esté dorado. Salamos con un poquito de sal, tamari, y añadimos el chile picado fino. Salteamos un minuto más y extendemos por encima del pastel para darle el toque de magia. Añadimos el perejil picado y listos.
- Damos las gracias y ¡a comer!
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