Con la llegada del frío, apetece encender los fuegos y preparar platos calentitos, de cuchara, de cocción lenta, reconfortantes y sabrosos. Hoy es el turno de la clásica sopa de cebolla, una sopa ideal para hacernos entrar en calor y aportarnos mucho confort, elaborada en su versión más saludable y vegana: nuestra sopa de cebolla vegana.
Esta receta, originaria de Francia y de hecho ya popular en varias zonas de Europa durante la época medieval, es una de las elaboraciones más tradicionales, sencillas y deliciosas que conozco. Es famosa en todo el mundo, y se elabora, sin ir más lejos, a partir de cebollas caramelizadas, fuego lento y tiempo.
Precisamente, la grandeza de esta receta se encuentra en el hecho de elevar a protagonista una de las verduras más populares y todo terreno que conocemos, la cebolla. Así pues, este plato sintetiza a la perfección uno de los valores que tanto me gusta transmitir en la cocina: el amor por lo sencillo, el amor por los ingredientes de toda la vida, que, elaborados con mimo y pasión, alimentan y nutren con sabiduría a toda la familia.
En la receta tradicional, se sofríen las cebollas en mantequilla y se dejan cocer en caldo de carne (normalmente de ternera) y vino blanco. Se espesa con harina blanca y se sirve con rebanadas de pan blanco tostadas y gratinadas con gruyere o emmental rallado.
Para nuestra sopa de cebolla vegana, utilizaremos aceite de oliva virgen extra en vez de mantequilla y la coceremos en agua (o caldo de verduras). Mantendremos el chorrito de vino blanco, utilizaremos un poquito de harina de arroz integral para espesar y añadiremos un toque de miso (opcional) al final para salar y darle nuestro toque probiótico. Para las tostadas, utilizaremos un pan de calidad, integral ecológico, y las gratinaremos con un toque de levadura nutricional.
Esta receta es una de las primeras que tuve el placer de cocinar cuando me mudé a Barcelona en mi periodo universitario. Y, de hecho, fue mi padre quien me supo transmitir, con gran esmero, el valor y técnica necesarios para elaborar esta reconfortante sopa de cebolla vegana, una gran fórmula que me sacó de mis primeros apuros en la cocina como estudiante recién independizada.
Siguiendo sus consejos, lo más importante para conseguir una sopa de cebolla deliciosa es dejar que la cebolla se caramelice por completo antes de añadir el agua y el resto de ingredientes y llevarla a ebullición. Como más tiempo dejemos a la cebolla pochar, más rica nos saldrá la sopa. No debemos tener prisa en este punto. Recordemos que el sabor que saque la propia cebolla será el sabor que obtendremos en nuestra sopa, así de simple. Por lo tanto, vamos a cocer lentamente la cebolla hasta que esté caramelizada por completo (mínimo 50 minutos) y así alcanzar el mejor sabor posible. Luego, añadiremos agua, dejaremos acabar de cocer, y le daremos el toque crujiente con unas tostadas gratinadas al horno.
Esta sopa de cebolla vegana, además, se nutre de las propiedades de la cebolla, que nos aportan un montón de beneficios:
- Depurativa: es capaz de eliminar las toxinas que se producen en el estómago tras la digestión.
- Cardiosaludable: previene el colesterol LDL (“malo”) y los triglicéridos.
- Digestiva: bien cocida, alivia las digestiones pesadas, el estreñimiento y la flatulencia. En macrobiótica, se considera una de las verduras ideales para nutrir estómago, bazo y páncreas.
- Diurética: ayuda a eliminar líquidos y a regular la circulación en piernas y casos de hipertensión.
- Antiséptica: ideal frente a desajustes respiratorios y resfriados.
- Antioxidante: contiene quercitina, un flavonoide con propiedades antiinflamatorias, antialérgicas y protectoras frente al cáncer.
- Antidiabética: ayuda a reducir el nivel de azúcar en sangre en personas diabéticas.
[Si quieres más información sobre las propiedades y beneficios de la cebolla, te dejo con este artículo que puedes encontrar en la revista Cuerpo Mente, en el que me he basado para describir este apartado.]
Por todo esto, esta receta es una de mis recetas favoritas para otoño e invierno. Resulta calentita, nutritiva, clásica, y muy sencilla y económica. Y, de hecho, puedes incluso simplificarla más. Quedándote sólo con las cebollas, agua, sal y aove, te quedará una sopa igualmente deliciosa. Así de poderosa es la cebolla y el tiempo 😊
Te dejo a continuación con la receta de esta reconfortante sopa de cebolla vegana:
Ingredientes (para 3 personas)
- 1 kg cebolla dulce (4 unidades grandes)
- 3 c.s. AOVE
- 1/3 vaso vino blanco (opcional)
- 1 c.c. tomillo (opcional)
- 1 c.s. harina de arroz integral ecológica
- Una pizca de sal marina sin refinar
- Una pizca de pimienta negra recién molida
- 1 litro de agua
- 2 c.p. mugi miso (o cualquier otro miso de intensidad media, opcional)
- Para las tostadas: un par de rebanadas pequeñas por persona de pan integral ecológico (con o sin gluten, a voluntad), hasta 2 c.s. de levadura nutricional
Elaboración
- En una olla con fondo grueso, pochamos las cebollas cortadas en juliana fina, con el aceite de oliva, a fuego lento, hasta que las cebollas estén caramelizadas (1 hora aproximadamente). Lo hacemos sin tapa, para permitir que se evapore el agua, y vamos mezclando cada pocos minutos, para que no se nos pegue.
- Añadimos el vino blanco y dejamos que se evapore, dejando cocer 15 minutos más.
- Salpimentamos. Debemos tener en cuenta que, si vamos a usar miso, en este paso debemos poner muy poquita sal, pues el miso ya es un condimento muy salado de por sí.
- Añadimos el tomillo y la harina. Vamos mezclando y cocemos un par de minutos para que se dore ligeramente la harina, sin parar de remover, para que no se nos pegue.
- Añadimos el agua poco a poco sin parar de mezclar. Papamos y subimos el fuego para que arranque a hervir la sopa y, una vez hirviendo, dejamos cocer a fuego bajo durante 30 minutos más.
- Mientras, preparamos las rebanadas de pan: calentamos el horno a 170ºC e introducimos el pan a rebanadas en una bandeja. Dejamos cocer durante 15 minutos, hasta que estén bien tostadas.
- Subimos al máximo el horno con la función gratinador. Añadimos la levadura nutricional por encima de las tostadas y doramos 5 minutos más.
- Apagamos el fuego de nuestra sopa. En un vaso, mezclamos el miso con un par de cucharadas del caldo de nuestra sopa caliente. Una vez deshecho, introducimos el miso a la sopa y mezclamos bien.
- Servimos en un cuenco nuestra sopa con unas tostadas por encima.
Para esta receta, te puede interesar…
Cuchillo de cerámica Kyocera
Para pelar y cortar las verduras, un buen cuchillo de cerámica es indispensable en mi cocina. Porque, además, no se desafilan y son más ligeros que los de acero.
Puedes encontrarlo en Conasi aquí. Y recuerda que tienes un 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE al realizar todas tus compras en Conasi.
Ollas SKK para vitro y gas
Por su antiadherente libre de PFOA ni metales pesados, con las ollas SKK cocinas con total confianza sin desprender tóxicos a los alimentos.
Distribuyen el calor rápida y uniformemente tanto en la base como en las paredes. Esto permite perfectos resultados en la cocción y mayor eficiencia energética.
Puedes encontrarlas en Conasi a través de este enlace. Y recuerda que tienes un 5% de descuento al realizar tus compras en Conasi con el código CNS-NATURALMENTE.
Cuchara de madera de olivo
Para remover las verduras, una cuchara de madera me resulta de lo más cómodo y orgánico. Por eso, es un básico en cualquier cocina.
Esta de Conasi me encanta porque está elaborada con madera ecológica, maciza y sin tratar. Acuérdate de que tienes un 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE.
Y, si te ha gustado la receta de sopa de cebolla vegana…
Te recomiendo echar un vistazo a estas otras elaboraciones perfectas para entrar en calor:
- Sopa de remolacha
- Sopa de miso clásica
- Coliflor al horno
- Chocolate de algarroba a la taza
- Canelones veganos
- Crema de calabaza y zanahoria
¿Compartimos?