Jugoso, tierno y facilísimo de preparar, este pan de plátano no lleva gluten, es rico en proteínas y perfecto para llevar al colegio o a la oficina.
sin azúcar
Galletas de Navidad
Galletas de Navidad estilo gingerbread, de jengibre, saludables y sin gluten
La Navidad ya está aquí y este año quiero compartir contigo la receta que estoy preparando para regalar a mis seres queridos durante nuestros encuentros familiares: estas deliciosas galletas de Navidad al estilo gingerbread, de jengibre y especias, saludables, sin azúcares refinados y sin gluten.
Las galletas de Navidad son todo un clásico, especialmente en hogares del norte de Europa. Su origen hay que buscarlo en el pan de especias, que con el tiempo dio lugar a las galletas en forma de hombrecitos de pan de jengibre (y otras formas decorativas) y a las casas de pan de jengibre.
La receta tradicional se elabora con mantequilla, huevo, harina blanca, azúcar, melaza de caña, mezcla de especias (canela, jengibre, clavo y, opcionalmente, nuez moscada) y levadura y/o bicarbonato. También suele realizarse una cobertura con azúcar glas y leche, con la cual se pintan los detalles (botones, ojos y sonrisa) a las galletas.
Para nuestra receta, he optado por una cobertura de chocolate negro ecológico, con un 70% mínimo de cacao, porque me parece una opción mucho más saludable. Además, me encanta cómo combina el chocolate con el sabor de las especias.
En cuanto a la base de nuestras galletas de Navidad, utilizamos aceite de coco en vez de mantequilla, azúcar de coco eco en vez de azúcar refinado, mantenemos el huevo (ecológico), optamos por una mezcla de harinas sin gluten integrales (de arroz integral, de trigo sarraceno y de maíz ecológica), e incorporamos melaza de arroz o melaza de caña ecológica. En la receta más extendida, se utiliza melaza de caña, que le aporta el típico color oscuro. A mí me gusta mucho más utilizar melaza de arroz, pero si quieres ir a por la versión tradicional, con más carácter, te recomiendo escoger una melaza de caña que sea ecológica y mezclarla con la melaza, pues así tendremos un resultado más suave y agradable a todos los paladares.
También he reducido considerablemente la cantidad de azúcar y melaza de las recetas más convencionales, pues prefiero que el resultado no sea excesivamente dulce y que se potencie el sabor natural de las especias y harinas integrales.
Después de varias pruebas, puedo decirte que estas galletas de Navidad me encantan porque:
- Son ligeramente crujientes por los lados y suaves por el centro, y se deshacen en la boca.
- No requieren de ingredientes extraños, la mayoría los encuentras en tu despensa habitual.
- Resultan mucho más saludables que en la versión original y no son para nada empalagosas.
- Son libres de gluten.
- Saben a gloria, son aromáticas y con carácter.
- Son muy fáciles y divertidas de elaborar, especialmente con los más pequeños de la casa.
- Resultan perfectas para merendar, como postre o para mojar en un vaso de leche de arroz o avena calentita.
- Calientan, nutren y reconfortan durante los días de frío, y estimulan la circulación gracias a la mezcla de especias calientes.
Te dejo con esta deliciosa receta de galletas de Navidad, para que las disfrutes con toda la familia:
Ingredientes (para 2 bandejas de galletas)
- ½ taza de aceite de coco, derretido (105g)
- ½ taza de azúcar de coco (65g)
- ¼ taza de melaza de arroz o bien una mezcla de melaza de caña ecológica y melaza de arroz (70g) [no me gusta usar los 70g de melaza de caña porque resulta demasiado fuerte en sabor, por eso mejor sólo melaza de arroz o una mezcla de ambos 😉 ]
- 1 huevo grande eco
- 2 c.p. jengibre molido
- 2 c.p. canela en polvo
- ½ c.c. clavos molidos
- Una pizca de sal marina
- 1 taza de harina de arroz integral (150g)
- una taza de harina de trigo sarraceno (150g)
- 1 taza harina de harina de maíz integral y ecológica (150g)
- 1 c.c. bicarbonato sódico
- ½ c.c. levadura de pastelería ecológica
- Para la cobertura: chocolate negro ecológico para fundir, mínimo 70% cacao
Elaboración
- En un bol grande, batimos el aceite de coco derretido junto con el azúcar de coco, hasta que el azúcar quede disuelto por completo. Seguimos batiendo durante un par de minutos.
- Añadimos la melaza de arroz y el huevo, junto con las especias y una pizca de sal marina.
- A parte, mezclamos las harinas con el bicarbonato y la levadura. Vamos añadiendo poco a poco la harina a la mezcla líquida, mientras mezclamos. Llegará un momento en el que tendremos que trabajar la masa con las manos. Mezclamos todo, solo hasta que estén todos los ingredientes bien incorporados, no más.
- Cubrimos la masa con un paño limpio y la dejamos reposar durante un par de horas en un lugar fresco y seco. Si lo deseas, en este punto puedes dejar la masa cubierta con papel de film en la nevera, hasta 5 días, antes de utilizarla.
- Precalentamos el horno a 180ºC. Disponemos la masa sobre un papel de horno, cubrimos con un segundo papel y la estiramos bien con un rodillo, hasta que tenga un grosor uniforme de medio centímetro aproximadamente. Sacamos el segundo papel de encima y lo aprovechamos para cubrir una bandeja para horno. Cortamos las galletas de Navidad con los moldes especiales y, con una pequeña espátula, vamos sacando cada galleta y las disponemos en la bandeja que hemos preparado a parte.
- Horneamos durante unos 10 minutos las piezas pequeñas y hasta 15 minutos las piezas más grandes, hasta que los bordes adquieran un bonito tono tostado. En función del horno, tardaremos más o menos, así que tenemos que prestar atención las primeras veces. Porque si las horneamos de más, quedarán demasiado duras.
- Sacamos del horno y dejamos reposar hasta que estén a temperatura ambiente, antes de comerlas, para que así adquieran la consistencia final.
- Podemos guardarlas en un lugar ventilado, fresco y seco, durante unos 5 días.
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Cortapastas de Navidad
Para darle forma a las galletas, nada mejor que un buen set de moldes o cortapastas con motivos navideños. Yo he utilizado estos, que puedes encontrar aquí en Amazon.
Batidor de varillas de silicona
Para batir el azúcar de coco junto con el aceite de coco, unas buenas varillas son perfectas para que quede todo bien batido. Puedes encontrarlo en Conasi aquí.
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Rodillo ergonómico
Rodillo de amasar, de acabado profesional, fabricado en Francia con madera maciza de haya, sin tratar y antiadherente natural. Su diseño ergonómico lo hace fácil de usar e ideal para dar forma a nuestras galletas y a cualquier tipo de masa.
Puedes encontrarlo en Amazon siguiendo este enlace.
Y, si te ha gustado la receta…
¿Te apetece echar un vistazo a estas otras delicias dulces?
- Galletas veganas de avena y arándanos
- Turrón de Suchard saludable
- Bizcocho de yogur sin lácteos
- Carrot cake
- Mona de Pascua sin gluten
- Trufas de cacao
- Bizcocho de chocolate
¿Compartimos?
Carrot cake
Pastel de zanahoria en formato magdalenas o carrot cake muffins
El otoño ya está oficialmente aquí y con él, empieza la temporada de horno, especias y verduras dulces y de raíz 😊 Y qué mejor manera de celebrarlo que con estos deliciosos carrot cake servidos en porciones individuales al más puro estilo muffin.
El carrot cake o tarta de zanahoria es un postre típico de Estados Unidos que en los últimos años se ha popularizado enormemente por todo el territorio occidental. Y, por consiguiente, es uno de los pasteles que más juego aportan a la hora de ser adaptados a su versión healthy. Y es que, si echas un vistazo por Internet, verás que los hay en mil y una versiones: veganos, con o sin gluten, con horno, sin horno, crudis, con plátano, sin plátano, con avena, con coco, con harina integral de espelta, y un largo etcétera con el que no me voy a entretener ahora.
Para la versión de hoy, me apetecía una carrot cake con huevos (utilizo huevos ecológicos en mi cocina), y con harina de avena como única harina. La avena es un cereal muy reconstituyente y, junto con los huevos, aportan un extra de nutrición y energía a este postre, haciéndolo ideal como merienda, desayuno o snack para deportistas y personas que necesitan calentar y nutrir tu cuerpo.
Si lo deseas vegano, puedes sustituir los huevos por la mezcla vegana de lino (1 cucharada de lino molido x 3 cucharadas de agua = 1 huevo) y puedes utilizar copos de avena y bebida de avena sin gluten si lo prefieres y/o necesitas para celíacos o intolerantes al gluten.
En la receta de hoy, he querido presentar el carrot cake en formato muffin, para obtener así unos bocaditos individuales o carrot cake muffins, muy apetecibles para servir cuando tenemos invitados. Si lo deseamos, podemos hornear tu pastel en un molde grande para tartas y cubrirlo luego con el frosting y así obtendremos el clásico pastel de zanahoria en el formato más tradicional. Aunque, en este caso, es más que probable que tengamos que ajustar el tiempo de cocción y dejarlo unos minutos más en el horno.
Este carrot cake me encanta porque:
- Es nutritivo y saciante.
- Realizamos en versión saludable una de las recetas más populares de postres norteamericanos. ¡Adoro hacer versiones healthy de clásicos de todo el mundo!
- Está repleto de especias aromáticas y calientes como la canela, nuez moscada y jengibre, que combinan a la perfección con la zanahoria y las nueces.
- Utilizamos una verdura en nuestros postres para aportar textura y dulzor natural (me encantan los pasteles con protagonistas como la calabaza, el boniato, el calabacín o la remolacha, ¡están riquísimos!).
- No lleva azúcar refinado. En este caso, utilizamos un endulzante natural como el sirope de agave. Si lo deseas, puedes sustituirlo por tu endulzante favorito (ajustando de dulzor si fuera necesario).
- No lleva ningún tipo de aceite, margarina ni mantequilla, lo que lo convierte en una tarta para nada aceitosa.
- El frosting vegano no está elaborado con anacardos ni ningún otro fruto seco, a diferencia de la mayoría de frostings vegetales. El ingrediente principal aquí es yogur de soja. Y, el resultado, resulta cremoso, ligero y aromático.
- Los trocitos de nueces aportan textura crujiente a una tarta que, gracias al yogur y las zanahorias, resulta cremosa, tierna y naturalmente dulce.
- Puedes elaborar toda la receta en un momento gracias a una batidora potente, estilo Vitamix, y olvidarte así de ensuciar mil cuencos.
Te dejo con la receta de este delicioso carrot cake:
Ingredientes (para 9 raciones)
- 250 g de zanahorias ralladas (unas 2 zanahorias grandes)
- 3 huevos
- ½ taza yogur de soja
- ½ taza de sirope de agave
- ¼ taza bebida de avena
- 2 c.p. levadura eco de repostería
- 2 c.p. canela molida
- ½ c.c. nuez moscada
- ½ c.c. jengibre molido
- 2 tazas de harina de avena[1]
- 1 taza de nueces
FROSTING DE YOGUR DE SOJA
- 1 taza de yogur de soja natural y ecológico
- Ralladura de 1 limón
- 2 c.s. zumo de limón
- 3 c.s. azúcar de coco
- 1 c.s. aceite de coco
- 1 c.p. harina de maíz eco
Elaboración
- Primero preparamos la harina de avena. Podemos hacerlo a partir de copos de avena, que trituraremos en cualquier batidora de vaso medio potente. Yo utilizo la Vitamix y funciona de maravilla. Reservamos la harina aparte.
- Precalentamos el horno a 180ºC. Preparamos los moldes, untando la superficie con un poco de aceite y enharinándolo todo con un poco de harina de avena. Sacamos el exceso de harina y reservamos.
- Limpiamos las zanahorias y las ponemos a trozos grandes en el vaso de la batidora. Pulsamos durante unos segundos a velocidad media, para obtener nuestra “zanahoria rallada”. Si no dispones de una batidora de vaso, puedes rallar la zanahoria directamente con un rallador y disponerla en un bol grande.
- Añadimos todos los ingredientes líquidos a la zanahoria (huevos, yogur, sirope y leche) y mezclamos bien. Si utilizamos batidora, mezclamos unos segundos a velocidad media. Si lo hacemos en un bol, mezclamos bien con las varillas.
- Añadimos los ingredientes secos (levadura, canela, nuez moscada, jengibre y la harina que habíamos separado) y volvemos a mezclar, dejando que la batidora lo mezcle todo bien, pero sin que triture demasiado los trocitos de zanahoria.
- Finalmente, añadimos las nueces y dejamos que se mezcle durante unos segundos más a media velocidad. Si hacemos la mezcla en un bol, tendremos que añadir las nueces ya picadas.
- Añadimos la mezcla a los moldes, llenándolos solo hasta ¾ de su volumen. Horneamos entre 30 y 40 minutos, hasta que estén dorados por todos los bordes y su interior esté cocido. El tiempo de cocción variará mucho en función de tu horno y del tipo de molde que utilices (¡hay veces que tengo pasteles en el horno por más de 1 hora!).
- Mientras tanto, preparamos el frosting de yogur y limón. En una cazuela pequeña, podemos todos los ingredientes para la cobertura: yogur de soja, la ralladura de limón, el jugo, el azúcar de coco, el aceite de coco y la harina de maíz ecológica.
- Mezclamos bien con unas varillas y encendemos el fuego. Cocemos a fuego medio durante unos 5 minutos, removiendo muy a menudo, hasta que empiece a hervir y la harina de maíz espese el frosting. Apagamos y reservamos.
- Cuando saquemos el carrot cake del horno, lo dejamos enfriar completamente. Lo desmoldamos y lo cubrimos con el frosting, dejando que caiga ligeramente por los costados. Decoramos con una nuez si se desea.
- Podemos conservar los carrot cake en la nevera durante unos 4 días. Y poner el frosting en el momento de servir, así mantendremos mejor la textura de la tarta.
[1] Para conseguir tu harina de avena, sólo tenemos que moler previamente en la batidora la misma cantidad de copos de avena.
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Espátula de silicona
Cuando quiero aprovechar toda la masa del bol o de la batidora, me encanta utilizar una buena espátula de silicona, libre de tóxicos.
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Vitamix Ascent 2500i
La auténtica responsable de que hacer un pastel de zanahoria se convierta en la tarea más fácil del mundo. Vitamix es una batidora perfecta para triturar todo lo que se te antoje, y te facilita muchísimo el trabajo, especialmente e la repostería. Es la batidora, de lejos, que más finos deja los batidos y las cremas. E incluso nos hace harina de cualquier cereal Puedes encontrarla en Conasi aquí.
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Molde de silicona
El molde perfecto si lo que quieres es hornear tu carrot cake al estilo tradicional. Te enlazo a este de silicona platino, de la marca Lurch, que da muy buen resultado. Lo puedes encontrar en Conasi aquí. Y recuerda que tienes un 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE.
Y, si te ha gustado la receta…
Te animo a que le eches un vistazo a estos deliciosos bizcochos y/o tartas con las que se te hará la boca agua de la manera más saludable:
- Tiramisú vegano
- Bizcocho de chocolate
- Brownie saludable
- Bizcocho de yogur
- Mona de Pascua sin gluten
- Pastel cremoso de arándanos y coco
¿Compartimos?
Bizcocho de chocolate
Se acerca San Valentín… Y, con él, llega el momento perfecto para deleitarnos con elaboraciones más cuidadas, de esas que nos hacen la vida un poquito más dulce y nos estimulan en todos los sentidos. Como este delicioso bizcocho de chocolate. Que, además de saludable, no lleva gluten, es vegano y está libre de harinas y azúcares refinados.
Es la primera receta de bizcocho de chocolate que publico. Aunque, la verdad, hacía ya mucho tiempo que quería compartir contigo este tipo de receta 😊
Existen miles de versiones increíbles, por supuesto. Pero lo que hace especial a esta que te comparto hoy es que está elaborada con ingredientes que harán subir la temperatura de los comensales. Así, aprovechamos:
- Todo el potencial del cacao, estimulante que potencia la secreción de endorfinas y dopamina.
- Los beneficios del plátano, conocido desde antaño por su forma fálica como un potente afrodisíaco.
- El poder revitalizante y nutritivo del trigo sarraceno, cereal integral que equilibra elemento agua, reforzando los órganos sexuales.
- El color rosado que aporta la remolacha, símbolo de pasión y ternura.
- La dulzura y cremosidad de la almendra, alimento asociado con la fertilidad de la mujer.
- Y el poder afrodisíaco de las fresas.
Así que sí, este es el pastel perfecto para culminar una cena romántica.
Pero, de hecho, no creo que necesitemos demasiadas excusas para disfrutar de este bizcocho de chocolate, porque sencillamente ¡está riquísimo! Y querrás tomarlo a todas horas, independientemente de si vas a disfrutarlo sol@ o acompañad@ 😉
A mí me encanta porque:
- Es cremoso, denso y se deshace en la boca.
- Tiene el dulce perfecto, ni demasiado ni demasiado poco.
- Es rico en chocolate y su sabor es intenso.
- No lleva gluten.
- Es saciante.
- Está elaborado con productos de origen 100% vegetal: un postre totalmente vegano.
- Es mil veces más saludable que los bizcochos elaborados con ingredientes refinados.
- Es reconfortante y te transporta a tu infancia.
- Lleva una deliciosa cobertura de remolacha, rosa, cremosa y aromática.
Pues bien, sin más preámbulos, te dejo con esta delicia para que disfrutes como más te apetezca 😉 En la fotografía tienes la receta completa (salen unas 12 raciones). Pero si te apetece, puedes hacer la mitad de cantidad, te saldrá de un tamaño perfecto si en casa sois pocos.
Ingredientes
Para el bizcocho de chocolate
- 1 taza (150 gr) harina de trigo sarraceno
- 2/3 taza (100 gr) harina de arroz integral
- ½ taza (50 gr) cacao puro en polvo
- 2 c.p. levadura en polvo ecológica
- 1 c.c. bicarbonato de sodio
- 1 pizca de sal marina
- ½ taza sirope de agave (130 gr)
- ¼ taza aceite de coco (50 gr)
- 1 y ½ taza (375 gr) leche de avena sin gluten (o la bebida vegetal que quieras)
- 1 c.p. vinagre de manzana
- 2 plátanos muy maduros (170 gr)
- 2 c.s. lino + 6 c.s. agua
- Fresas o frambuesas para decorar
Cobertura rosa de remolacha
- 1 taza anacardos (100 gr) puestos a remojo
- 2 c.s. remolacha cruda rallada
- ¼ taza de leche de coco o la leche vegetal que más te guste
- 2 c.s. sirope de agave
- 1 c.p. crema de almendras (opcional)
- 2 c.s. aceite de coco ecológico
Elaboración
- Precalentamos el horno a 180ºC.
- En un bol, mezclamos todos los ingredientes secos: harinas, cacao, levadura, bicarbonato y sal. Mezclamos bien.
- En el vaso de la batidora, introducimos todos los ingredientes líquidos: agave, aceite de coco, bebida de avena, vinagre, plátanos a trozos, lino y agua. Trituramos hasta obtener una crema bien fina.
- Añadimos los sólidos a los líquidos, en el vaso de la batidora, y mezclamos suavemente, a baja velocidad, permitiendo que se integren bien los ingredientes.
- Untamos un molde con aceite y lo cubrimos de harina. Esparcimos bien la harina por toda la superficie, quitando el exceso si es necesario. Echamos dentro la masa del bizcocho. Horneamos entre 50 y 60 minutos a 180ºC. Sacamos del horno.
- Mientras se enfría, preparamos la cobertura. Colamos los anacardos y los colocamos en un recipiente alto, apto para triturar, junto con el resto de los ingredientes. Con la ayuda de la batidora de brazo, vamos triturando todo hasta obtener una crema bien fina y homogénea. Reservamos.
- Una vez el pastel esté frío, lo desmoldamos y colocamos sobre un plato plano. Servimos con la cobertura rosa por encima y las fresas o frambuesas por encima.
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Molde de silicona platino
El molde perfecto para hornear tus tartas, mucho más cómodo en silicona que los rígidos. Te enlazo a este de silicona platino, de la marca Lurch, que da muy buen resultado. Lo puedes encontrar en Conasi aquí. Y recuerda que tienes un 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE al realizar todas tus compras.
Vitamix Ascent 2500
Para triturar todo lo que se te antoje, ideal para la receta de hoy, porque te deja la masa bien triturada. Incluso tritura las semillas de lino, si lo dejas más rato.
Puedes encontrarla en Conasi aquí. Y recuerda que, con el código CNS-NATURALMENTE, tienes un 5% de descuento.
Bol de acero inox
Me gustan los boles de acero inoxidable para cocinar porque son libres de tóxicos y mucho más cómodos de manejar que los de vidrio. Por eso, para cocinar uso boles de acero inoxidable, como estos de “A slice of green”, fabricados en acero inxocidable de la mejor calidad — los puedes encontrar aquí. Y, para servir, prefiero un bonito bol de cristal, como este de aquí.
Y, si te ha gustado este bizcocho de chocolate…
Quizás te interesa echarle un vistazo a estas deliciosas recetas donde el cacao, chocolate o algarroba son los auténticos protagonistas:
- Turrón de Suchard vegano
- Helado de chocolate casero
- Brownie saludable
- Chocolate de algarroba a la taza
- Trufas de cacao
¿Compartimos la receta?
Chocolate a la taza de algarroba
Aprovecho que hace unas semanas impartí un taller sobre cocina saludable con algarroba, para el Espai Ebre Km0, del Ajuntament d’Amposta, para compartiros una de las recetas que más triunfaron en la sesión: el chocolate a la taza de algarroba.
Una receta sencilla, rápida y perfecta para cualquier tarde de otoño e invierno, cuando apetece algo calentito que nutra y refuerce. Además, sabes que está hecho con los mejores ingredientes. Así que es muuucho más saludable que el chocolate a la taza convencional: sin lácteos, sin azúcar. Y sólo necesitas 4 ingredientes base (+ algún extra opcional) que fácilmente tendrás en casa.
Antes de empezar con la receta, te quería presentar un poquito a nuestra amiga la algarroba, que es no es más que el fruto del árbol llamado algarrobo. Resulta que desde hace miles de años que ha estado vinculado al paisaje de la costa mediterránea. ¿No tienes memorias, de cuando eras peque, de ir al campo y chupar una vaina de algarroba?
Sí, desde siempre la algarroba ha estado en nuestros campos (los que están más cerquita del mar Mediterráneo). Y, de hecho, España es el país con más producción de algarroba a nivel mundial. Aunque también goza de mucha popularidad en otras partes del mundo, como Argentina, Perú, Marruecos y varios países mediterráneos.
La algarroba pertenece a la familia de las leguminosas, y tiene forma de vaina de color marrón oscuro que contiene, a su vez, una tierna pulpa y las semillas, más duras. Para obtener la harina de algarroba, que es el modo en el que más se suele encontrar la algarroba para consumo humano, se separa la pulpa, se tuesta y se tritura hasta obtener el polvo que conocemos.
Con las semillas, se elaboran otros preparados también muy interesantes, como la goma de garrofín, que actúa como gelificante natural y es conocido en el mercado como E-410.
Propiedades
Lo que, sin duda, me parece más interesante de este fruto es, por un lado, que es local, con lo cual con su elección favorecemos un consumo consciente. Y, por otro lado, sus beneficios para nuestro organismo:
- Y es que, a diferencia del cacao, la algarroba no contiene teobromina y, por lo tanto, no excita ni resulta adictiva. Es perfecta para toda la familia y, en especial, para los más pequeños de la casa. Si notas que a tu hij@ le excita el cacao/chocolate, te recomiendo que evites el cacao a partir de cierta hora de la tarde y optes por elaboraciones, más suaves, a partir de la algarroba.
- A diferencia del cacao, no contiene ácido oxálico, que inhibe la absorción de hierro y calcio.
- Además, la algarroba es muy baja en grasas, en comparación con su compañero el cacao. Ideal para quien siga una dieta pobre en grasa.
- También es muy rica en taninos, con lo cual tiene un gran poder astringente. Perfecto para casos de gastroenteritis y diarreas.
- Su sabor es dulce, con lo cual no necesitaremos añadir tanto endulzante como si usáramos cacao en polvo. Puedes utilizarla como sustituto del cacao en cualquier receta. Sólo te recomiendo empezar con menos cantidad de dulce e ir añadiéndole el endulzante poco a poco, hasta encontrar su punto.
Hoy empezamos con una receta bien sencilla para ir familiarizándonos con ella, si es que aún no la conoces: el chocolate a la taza, un «chocolate caliente» a base de algarroba, ideal para estos días tan fresquitos 😉 Funciona de maravilla como merienda, es vegana, sin gluten, sin edulcorantes refinados. Y además con todos los beneficios de la algarroba (por supuesto, también la puedes hacer cambiando la harina de algarroba por cacao en polvo puro).
Pues bien, te dejo con la receta de este delicioso chocolate a la taza:
Ingredientes (para 3 personas)
- 2 tazas de bebida vegetal de arroz (500 gr)
- dos cucharadas de harina de arroz integral (20 gr)
- 2 cucharadas de harina de algarroba (20 gr)
- Una pizca de canela en polvo o una rama de canela en rama
- de una a dos cucharadas de melaza de arroz (25-50 gr)
- Nata de coco (opcional) a partir de una lata de leche de coco ecológica para decorar, o bien un poco de chocolate negro eco laminado
Elaboración
- Si queremos preparar nata de coco, tendremos que poner la lata de leche de coco a la nevera la noche anterior. Así se separa la parte sólida de la parte líquida.
- Para preparar la algarroba a la taza, empezamos poniendo a calentar una taza y media de bebida vegetal en un cazo, al fuego.
- Mientras tanto, mezclamos en un bol la media taza de bebida de arroz que quedaba, la harina de arroz, la harina de algarroba, la melaza y la canela. Y lo batimos todo con las varillas.
- Cuando la leche del cazo empiece a hervir, introducimos la mezcla que tenemos en el bol. Y vamos mezclando con las varillas, hasta que empiece a hervir y espesar. Dejamos hervir a fuego suave mientras vamos removiendo durante unos 2 minutos. Apagamos el fuego y servimos.
- Si vamos a decorar con nata de coco, sacamos la lata de la nevera. Ponemos la parte sólida (la de arriba) en un bol, y batimos con unas varillas o, si tienes unas varillas eléctricas, mucho mejor con ellas, hasta formar una nata montada. Si preferimos decorar con chocolate, simplemente tenemos que hacer las láminas con un cuchillo, cortando bien finito el chocolate.
Observaciones
- Puedes cambiar la bebida de arroz por cualquier leche vegetal de tu agrado. En este caso, posiblemente tendrás que ajustar la cantidad de dulce que añades a tu algarroba a la taza. Y es que la leche de arroz es bastante más dulce que otras, como la de avena o la de soja natural.
- Puedes cambiar la canela en polvo por chile en polvo o la raspadura de media vaina de vainilla. A mí, personalmente, me encanta el chocolate con chile 🙂
- También puedes cambiar la melaza de arroz por tu endulzante favorito. Te recomiendo este en particular porque es muy suave y bastante equilibrado. Si usas, por ejemplo, sirope de ágave, tendrás que utilizar mucha menos cantidad, porque su poder endulzante es enorme.
Para este chocolate a la taza, te puede interesar…
Batidor de varillas
Este batidor de varillas de silicona platino, de la marca Lurch, es una gran opción, porque el material es seguro, y es muy cómodo de usar y limpiar. Lo puedes encontrar en Conasi aquí y tendrás un 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE.
Cacerola Terracotta
Amercook es una marca en quien confío plenamente. Porque sus ollas y sartenes están fabricadas con materiales ecológicos y sin PFOA. Esta que te enlazo aquí es el modelo pequeño, de 20 cm de diámetro, indicado para todo tipo de cocinas incluso inducción.
Bol de acero inoxidable
Me gustan los boles de acero inoxidable porque son libres de tóxicos y mucho más cómodos de manejar que los de vidrio. Por eso, para cocinar uso boles de acero inoxidable, como estos de «A slice of green», fabricados en acero inxocidable de la mejor calidad — los puedes encontrar aquí. Y, para servir, prefiero un bonito bol de cristal, como este de aquí.
Y si te ha gustado este chocolate a la taza…
Seguro que te van a gustar estas recetas dulces y a base de cacao. Te recuerdo que puedes cambiar el cacao por algarroba siempre que quieras ;):
¿Me echas una mano y compartimos la receta? 😉
Helado de chocolate casero
Ya que parece ser que ha llegado el verano de golpe, quería compartir contigo una de esas recetas que, sí o sí, vamos a querer hacer durante nuestros días de más calor: el helado de chocolate. Todo un clásico en su versión más saludable.
Y es que sí, los helados apetecen, y mucho, a partir del momento en el que las temperaturas suben. Nuestro cuerpo nos pide refrescarnos y, ¿qué mejor manera de hacerlo que con un buen helado fresquito?
Pero a la vez, los helados convencionales también tienen sus desventajas. Los que encontramos en el mercado suelen estar hechos a base de azúcar, natas, lácteos y aditivos artificiales, para conseguir el sabor y la textura deseadas. Por suerte, hay algunas marcas ecológicas que ya empiezan a comercializar helados elaborados a partir de leches vegetales y melazas orgánicas, pero son una minoría y suelen ser más difíciles de encontrar.
Por eso, mi propuesta es muy sencilla: hazte tú mism@ tus helados. Tú controlas los ingredientes y así te aseguras de que tu helado va a ser delicioso para tu paladar y para tu salud. Además, con la técnica que voy a enseñarte vas a necesitar poquísimos ingredientes, fáciles de encontrar, y vas a tener hecho el helado en menos de 10 minutos.
Antes de empezar, quería comentarte que existen varias técnicas para hacer helados. Lo importante es conseguir una textura cremosa. Tradicionalmente se obtiene usando huevo, pero en cocina saludable se suele trabajar sobre estos métodos:
- Espesando la mezcla con agar-agar y kuzu, maicena o cualquier otro espesante natural.
- Usando leche de coco como base, que ya de por sí tiene una consistencia cremosa.
- Usando plátanos congelados como base para nuestro helado.
Precisamente con esta última técnica es con la que vamos a trabajar. En primer lugar, porque solo necesitas plátanos congelados, y no te lías con cocciones. En segundo lugar, porque si no tienes heladera es una forma muy cómoda de hacerte un súper helado sin tener que pasar horas volviendo al congelador a triturar la mezcla.
Hoy te dejo con una receta muy fácil y absolutamente deliciosa que va a gustar a toda la familia. Un recurso perfecto para hacer más llevadero el calor del verano de manera saludable y económica.
Ingredientes (para 3 personas)
- 3 plátanos maduros congelados
- 1 chorrito de bebida de coco o cualquier otra bebida vegetal
- 2 cucharadas de cacao puro sin azúcar
- 2 cucharadas de crema de cacahuete sin azúcares añadidos (opcional)
- 4 cuadraditos de chocolate negro ecológico (endulzado con Stevia o sirope de ágave)
Topping para nuestro helado de chocolate:
- ½ vaso de bebida vegetal
- 1 cucharadita de harina de arroz
- 2 cucharaditas de cacao puro
- 2 cucharaditas de melaza de arroz o 1 de ágave
- Nibs de cacao para decorar
Elaboración
- Sacamos los plátanos del congelador (personalmente, me gusta congelarlos pelados y enteros), los partimos en dos y los metemos en el vaso de la batidora. Trituramos hasta obtener una crema fina, incorporando un chorrito de leche de coco y el cacao.
- Añadimos la crema de cacahuete y el chocolate. Esta vez, trituramos solo un poquito, porque queremos que nos queden trocitos de chocolate enteros.
- Ponemos la mezcla en un recipiente y mantenemos en el congelador mientras preparamos la salsa de chocolate caliente.
- En un cazo pequeño, calentamos todos los ingredientes (excepto los nibs de cacao), y llevamos a ebullición. Mezclamos continuamente para que no se formen grumos y para que no se enganche la mezcla al fondo del cazo.
- Dejamos hervir un par de minutos hasta que la salsa espese. Reservamos.
- Servimos el helado junto con un poco de la salsa caliente por encima. Decoramos con unos nibs de cacao.
¡Buen provecho y a disfrutar del calorcito!
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Vitamix Ascent 2500i
Vitamix es una batidora muy potente, ideal para la receta de hoy, porque para triturar las frutas congeladas necesitamos una máquina que tenga potencia. De hecho, con las batidoras convencionales vas a necesitar añadir más líquido a los plátanos para no estropear las cuchillas. Así que, luego, vas a tener que volver a poner la mezcla en el congelador, porque el helado ya no estará helado una vez triturado todo.
Con Vitamix, te aseguras de que los helados y smoothies quedan perfectos.
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Si te gustan las recetas cremosas a base de frutas, te recomiendo que le eches un vistazo a estas deliciosas recetas:
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Galletas caseras de avena, arándanos y nueces
Hace unas semanas que me apetecía un montón compartir también contigo esta receta que preparé para un grupo de mujeres hermosas en uno de mis retiros y que os dejó encantadas: las galletas caseras de avena, nueces y arándanos.
La verdad es que tenía muchas ganas de encontrar un ratito para ponerme a escribir y a sacar las fotos, porque, sinceramente, es una de esas recetas que cuando la encuentras… bueno, simplemente sabes que has encontrado LA RECETA de galletas de avena.
Durante mucho tiempo he estado haciendo pruebas con galletas a base de avena y plátano. Son rápidas de hacer, te requieren pocos ingredientes y de calidad. Pero siempre me salían demasiado pegajosas o no me acababa de gustar la textura.
Estas, sin embargo, inspiradas en una receta de Lole Salas (@datesandavocados), son diferentes a todas las demás. Sí que vas a necesitar unos cuantos ingredientes más que en la versión fácil de “avena + plátano” (10, en total), pero merece la pena, ya verás.
En estas galletas encontrarás:
- El punto de crujiente que necesitas, de las nueces.
- Cremosidad, gracias al aceite de coco.
- Dulce natural, del plátano y los dátiles. ¿Qué mejor que la propia fruta para endulzar nuestras elaboraciones?
- Aromas tropicales, gracias al coco rallado.
- Frescura de los arándanos, que aportan balance a un postre de horno.
- Consistencia, gracias a los copos de avena y las semillas de chía.
Así que sí, tenemos 10 ingredientes pero te aseguro que cada uno de ellos tiene su función y inciden espectacularmente bien en el resultado.
Te dejo con la receta para que lo compruebes por ti mism@:
Ingredientes (para 12 galletas)
- 1 taza y ½ copos de avena
- ¼ taza nueces troceadas
- ¼ taza coco rallado
- Una pizca de sal marina
- ¼ taza leche vegetal (de avena o de arroz)
- 2 c.s. chía
- 1 plátano
- 6 dátiles
- 3 c.s. aceite de coco
- ½ taza arándanos frescos (o ¼ de taza de arándanos secos)
Elaboración
- En un vaso, ponemos la leche vegetal junto con las 2 cucharadas de chía, y dejamos reposar unos 10 minutos.
- En el vaso de la batidora, introducimos el plátano, los dátiles, el aceite y la bebida vegetal con la chía, y batimos bien.
- Incorporamos el coco, la avena, una pizca de sal, las nueces y los arándanos. Y volvemos a batir, pero esta vez a velocidad media y durante menos tiempo (queremos que nos quede algún grumito, para notar los trozos de copos de avena, las nueces y los arándanos).
- Dejamos reposar la masa durante 20 minutos.
- Mientras tanto, calentamos el horno a 170ºC con ventilación (o a 180ºC si no tenemos ventilación). Cubrimos una bandeja de horno con papel parafinado.
- Nos mojamos las manos con un poco de agua, vamos dando forma a las galletas y las colocamos encima de la bandeja.
- Horneamos 10 minutos por un lado y 10 minutos por el otro. Hasta que las galletas estén ligeramente doradas por ambos lados.
- Dejamos reposar y tomamos a temperatura ambiente.
- Las podemos guardar hasta 4-5 días en la nevera, en un tarro hermético.
¡Espero que las disfrutéis!
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Vitamix Ascent 2500i
Para triturar todo lo que se te antoje, ideal para la receta de hoy, porque nos permite triturar incluso las semillas de chía. Una de las mejores batidoras del mercado. Encuéntrala en Conasi aquí y acuérdate de tu descuento del 5% en todas tus compras con el código CNS-NATURALMENTE.
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¿Me ayudas a compartir la receta?
Pannacotta vegana
¡Buenos días!
Hoy quiero sorprenderte con una receta de postre muy especial, muy sencilla y de aires italianos: la pannacotta vegana.
Tradicionalmente, este postre está elaborado a partir de leche, gelatina y azúcar. Una vez cocinado, se deja enfriar y se sirve con mermelada de frutos rojos. Y, como sabrás, es uno de los postres más típicos de Italia, así que triunfa muchísimo. Qué simple, ¿verdad?
El postre que hoy te presento viene inspirado en el postre tradicional, pero adaptándolo al paladar más saludable: lo haremos sin lácteos, con agar agar (la gelatina de origen vegetal más interesante) y substituyendo el azúcar por sirope de ágave.
Para mí, es súper importante poder seguir haciendo las recetas de toda la vida, en versión saludable. Y es una de las cosas que más me piden mis client@s, también. Porque nos gusta el sabor de lo conocido y porque son los «clásicos» con los que triunfas seguro.
En realidad, y cómo te puedes imaginar, esta es una receta súper sencilla. Tiene 5 ingredientes y se hace en 10 minutos. Así que es perfecta para elaborar cuando tienes prisa y quieres un postre simple, ligero y refrescante, pero con todo el sabor que le pides a cualquier dulce. ¿El resultado? Una propuesta absolutamente deliciosa y fresca y que sienta estupendamente, ideal para sorprender con algo fácil cuando tienes invitados.
Te dejo con la receta:
Ingredientes (para 4 personas)
- ½ litro de bebida de avena
- 2 c.s. ágave (25 gr)
- 1 c.p. agar agar en copos (4 gr)
- 1 c.c. ralladura de limón
- 1/3 taza de anacardos crudos
- 4 c.s. mermelada de frutos rojos sin azúcar
- Unas hojitas de menta para decorar
Elaboración
- En un cazo, ponemos todos los ingredientes excepto la ralladura de limón y lo llevamos a ebullición. Dejamos que hierva 5 minutos a fuego medio, hasta que el agar agar quede disuelto por completo.
- Apagamos el fuego, añadimos la ralladura de limón (siempre sin la parte blanca, que amarga) y trituramos con la ayuda de una batidora.
- Ponemos la mezcla caliente en vasitos y dejamos enfriar una hora a temperatura ambiente y una hora más en la nevera.
- Servimos con una cucharada de mermelada de frutos rojos por encima y unas hojitas de menta fresca.
Y, ¡tachán! Esto es todo 🙂 Solo nos queda disfrutarla en una buena compañía o a solas y saborear cada cucharada.
Para esta receta, he usado:
Vitamix Ascent 2500i
Puedes triturar el resultado y, además, si usas su programa de sopas, puedes ahorrarte de ensuciar un cacharro haciendo la preparación directamente en ella.
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Mermelada de frutos del bosque
Para las mermeladas, me gusta escoger las ecológicas y sin azúcares añadidos. Esta de Conasi es especialmente interesante porque está elaborada a partir de fruta, solo fruta, al 100%, sin ningún tipo de endulzante. Una opción súper interesante.
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Alga agar agar en copos
La mejor de las opciones para realizar cualquier gelatina, el alga agar agar es natural, fresca y muy depurativa. Es perfecta para esta receta. Al usarla en copos, tendremos que hervir durante 5-10 minutos hasta que esté completamente disuelta.
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Si te gustan las recetas de postres italianos, no puedes perderte este espectacular tiramisú vegano que he preparado para ti. Te va a encantar 🙂
Y, si te ha gustado la receta, compártela 😉 compartir es vivir.
Tiramisú vegano
Empezamos la semana con una receta bien dulce para darnos un súper capricho: el tiramisú vegano. Mi postre favorito.
Desde bien pequeña, el tiramisú ha sido mi postre favorito, sin lugar a duda. Cuando he estado en Italia no he podido parar de comerlo y me encanta ser súper estricta con el resultado: es un postre que, o se hace bien, o sale fatal (según mi punto de vista). Y no hay cosa que me alegre más el día que encontrar un sitio donde hagan “un buen tiramisú”.
Ahora bien, aunque la versión tradicional me resulte exquisita, a la vez me resulta muy pesada, y realmente prefiero la versión healthy. Por eso siempre estoy buscando la manera de hacer un tiramisú saludable, sin azúcares ni harinas refinadas y sin lácteos, de manera que lo digiera mejor y no resulte perjudicial para mi salud. Y, a la vez, y muy muy importante, que sepa a gloria. Porque por muy sano que sea, si el tiramisú no está delicioso no me va a convencer. Es lo que tiene ser una fanática del dichoso postre.
Pues bien, después de varios años de pruebas, he dado con LA RECETA (sí, en mayúsculas, has leído bien): cremosa, de textura increíble y sabor insuperable. Realmente creo que no tengo que seguir buscando, porque esta es perfecta.
Había probado con otros frutos secos (el sabor no es tan neutro), haciendo una crema de arroz (rico pero muy laborioso) incluso con amasake (también muy rico, pero se subía más de precio). Hoy, puedo decirte que esta receta, con anacardos, queda deliciosa y te va a encantar, seguro. A ti y a tus amigos, familia, compañeros… Hace menos de una semana que se acabó el que hice en casa y ya me están diciendo que lo echan de menos. No te digo nada más.
El secreto me lo han dado los chicos de Dimensión Vegana: dejamos a remojo los anacardos en la bebida vegetal durante varias horas, hacemos la crema y la dejamos reposar 8 horas más a temperatura ambiente, antes de formar las capas del pastel, para que fermente un poco la crema. Realmente, hace la diferencia.
Pero no te adelanto más y te dejo con la receta:
Ingredientes (para unas 8 raciones de tiramisú vegano)
Para la crema:
- 2 tazas y ½ de anacardos crudos
- 2 tazas bebida de avena
- Zumo de ½ limón
- 1 c.c. pasta de umeboshi
- 3 dátiles
Para el bizcocho:
- 1 taza y ¼ de harina integral ecológica (100 gr)
- ½ taza de ágave (70 gr)
- 2 c.p. levadura ecológica
- 1 c.c. ralladura de limón
- 5 c.s. aove (40 gr)
- 1 c.p. vinagre de manzana (5 gr)
- 1 taza de bebida de avena (160 gr)
- ½ c.c. canela en polvo
Extra:
- Un vaso de café de cereales o café ecológico
- 2 c.s. cacao en polvo puro para decorar
Elaboración
- Tal y como te he avanzado, empezamos poniendo a remojo los anacardos en la bebida de avena durante una hora mínimo. Me gusta trabajar la bebida de avena – y no tanto la de arroz – en postres en los que necesito una leche que me aporte cremosidad, como es el caso. Pero si no tienes, puedes usar la de arroz sin ningún problema.
- En el vaso de la batidora, ponemos los anacardos con la bebida y el resto de los ingredientes. Y trituramos a máxima potencia hasta obtener una crema cremosa y finita. Reservamos fuera de la nevera y dejamos reposar toda la noche (mínimo 8 horas).
- Preparamos el café y lo dejamos enfriar. A mí me gusta usar café de cereales, porque no es estimulante y me aseguro de poder disfrutar del tiramisú también por la noche 😊. Pero si te gusta más tradicional, te recomiendo usar un buen café ecológico de producción justa.
- Precalentamos el horno a 180ºC. Mientras tanto, mezclamos los ingredientes del bizcocho en un bol o bien lo trituramos todo en el vaso de la batidora. Untamos de aceite y harina un molde para horno – el mismo que vamos a usar para montar el tiramisú – y echamos la mezcla en él. Horneamos durante 40 minutos, hasta que esté dorado y hecho por dentro.
- Dejamos enfriar. Sacamos el bizcocho del molde y, con un cuchillo largo, lo cortamos por la mitad horizontalmente. Limpiamos el molde y lo secamos.
- En el mismo molde, untamos 1/3 de la cantidad de la crema, esparciéndola bien con la ayuda de una espátula.
- Ponemos el café en un plato. Hundimos una mitad del bizcocho en él. A continuación, lo sacamos y colocamos encima de la crema.
- Hacemos una segunda capa de crema (con otro tercio de la cantidad) y una segunda capa de bizcocho untado en café. Finalmente cubrimos con la última capa de crema. Dejamos reposar unas horas en la nevera, hasta que esté firme.
- En el momento de servir, espolvoreamos un poco de cacao en polvo encima del tiramisú, con la ayuda de un colador pequeño para que quede bien esparcido.
Para esta receta de tiramisú, te puede interesar…
Molde desmontable de silicona
Molde desmontable de silicona sin tóxicos y con base de cristal, para que también puedas servir las tartas y quiches en el mismo molde en el que se ha horneado.
Súper práctico y fácil de usar. Creado para que no se te desmonte nada.
Encuéntralo en Conasi aquí.
Batidora Vitamix Ascent 2500i
Para hacer la crema de anacardos, mezclar la masa del bizcocho y todo lo que se te antoje. Una de las mejores batidoras del mercado. Encuéntrala en Conasi aquí y acuérdate de tu descuento del 5% en todas tus compras con el código CNS-NATURALMENTE.
Espátula de silicona
Para aprovechar toda la crema y todo el bizcocho de la batidora, será imprescindible una buena espátula de silicona, libre de tóxicos.
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Si te ha gustado la receta…
Si te gustan las tartas y pasteles en su versión más saludable y cremosa, te animo a que eches un vistazo a este delicioso pastel de arándanos y coco, te va a encantar, ya lo verás.
¿Compartimos?
Tarta de arándanos y coco
Hoy te traigo una receta realmente deliciosa, un postre perfecto para celebraciones y para compartir: esta cremosa tarta de arándanos y coco.
Me encanta la combinación del coco y los arándanos, y el otro día justo estaba pensando en que quería crear una tarta que tuviera estos dos ingredientes como elementos principales. Quería hacer algo tipo vegan cheesecake pero al horno (no quería algo raw con base de anacardos) y suuuper cremoso. Una galleta crujiente de base, el centro bien cremoso y ligero, una salsa abundante de arándanos al toque de limón y más nata de coco para darle más cremosidad al asunto. Esa era mi idea. Así que me puse a ello. Y el resultado, no está nada mal, ¿verdad?
En casa gustó un montón. Así que he querido compartirla contigo para que tú y los tuyos podáis disfrutar de ella también. Lo mejor: sin lácteos, sin azúcares refinados, sin harinas refinadas. Una tarta totalmente deliciosa y con los mejores ingredientes. Puedes adaptarla a la versión sin gluten con facilidad y cambiar el endulzante (yo he usado sirope de agave) por el que más te guste.
¡Espero que la disfrutes!
Ingredientes (para un molde de 24 cm de diámetro)
Para la galleta:
- ½ taza de harina integral de trigo (80 gr)
- 1 taza de copos de avena finos (90 gr)
- ½ taza de nueces (60 gr)
- 4 c.s. ágave (60 gr)
- ½ taza aceite de coco o de girasol ecológico (75 gr)
Para el relleno:
- 2 tazas leche de coco (400 gr)
- ½ paquete de tofu firme (200 gr)
- 4 c.s. ágave (60 gr)
- 2 c.s. harina de arroz (30 gr)
- 1 c.s. aceite de coco o de girasol ecológico (15 gr)
- 1 c.p. ralladura de limón
Para la salsa de arándanos:
- 3 tazas de arándanos (200 gr)
- 1 taza de agua fría (200 gr)
- 2 c.s. ágave (30 gr)
- 2 c.s. harina de arroz (30 gr)
- 1 c.s. jugo de limón (15 gr)
Para la decoración:
- Crema de coco al gusto[1]
- Ágave al gusto
- Ralladura de limón
Elaboración
- Calentamos el horno a 180ºC.
- Mientras tanto, preparamos la galleta triturando ligeramente las nueces en el vaso de la batidora y mezclándolas con el resto de ingredientes. Extendemos la galleta en un molde redondo apto para horno y horneamos 15 minutos. Se adaptará mejor si sólo cubres la base, pero puedes hacer como en la foto y cubrir también las paredes, lo único es que necesitarás volver a montar las paredes a mitad de la cocción.
- Mientras se hornea la galleta, trituramos el relleno en el vaso de la batidora, hasta obtener una crema fina y homogénea. Bajamos el horno a 175ºC, extendemos la crema encima la galleta y volvemos a meter en el horno. Ahora, durante 1 hora.
- Finalmente, preparamos la salsa de arándanos poniendo todos los ingredientes, excepto el jugo de limón, en un cazo. Calentamos y vamos removiendo a menudo, para que no se agarre la harina al fondo. Dejamos que hierva unos 5-7 minutos hasta que la harina espese y los arándanos empiecen a soltar su jugo. Añadimos el limón, mezclamos, apagamos el fuego y echamos por encima del pastel.
- Dejamos reposar durante unas horas a temperatura ambiente y unas más en nevera, para que adquiera consistencia.
- Para servir, montamos un poco de crema de coco batiéndola en un bol junto con un chorrito de ágave. Y la añadimos por encima del pastel junto con un poco de ralladura de limón.
[1] La crema de coco la obtenemos de la parte de arriba de la lata de leche de coco, cuando la temperatura ambiente es fría o cuando hemos dejado la lata durante toda la noche en la nevera. Es la parte más sólida (se habrá quedado una parte totalmente líquida, acuosa, en la parte de abajo).
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Molde desmontable de silicona
Molde desmontable de silicona sin tóxicos y base de cristal, para servir las tartas y quiches en el mismo molde que se ha horneado. Súper práctico y fácil de usar. Creado para que no se te desmonte nada.
Encuéntralo en Conasi aquí.
Batidor de varillas de silicona
Para montar la nata de coco y mezclar la salsa de arándanos. Ideal para postres y pastelería. Puedes encontrarlo en Conasi aquí.
Y acuérdate de que tienes un descuento del 5% en Conasi introduciendo el código CNS-NATURALMENTE
Batidora Vitamix Ascent 2500i
Para hacer la galleta, triturar el relleno de coco y todo lo que se te antoje. Una de las mejores batidoras del mercado. Encuéntrala en Conasi aquí.
Si te gustan las tartas y pasteles en su versión más saludable y deliciosa, te animo a que eches un vistazo a estos deliciosos dulces:
- Brownie de calabaza y coco
- Carrot cake muffins
- Bizcocho de yogur
- Bizcocho de chocolate
- Tiramisú vegano
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