Pan integral básico

¡Buenas! ¿Cómo va todo? Después de varias semanas de confinamiento, en casa hemos ido perfeccionando el arte de hacer pan. Y, por lo que se ha visto en las redes y en las noticias, no hemos sido los únicos, jeje. Hoy me encantaría compartir contigo una de las recetas más simples, saludables y resultonas de las que hemos disfrutado durante las últimas semanas: este delicioso pan integral básico, elaborado con masa madre.

En casa, tenemos una hermosa masa madre que empezamos a principios de abril gracias a las indicaciones de @cookstorming. Desde entonces, la utilizamos para todo tipo de panes, masas y pizzas. Elaborar pan en casa es uno de los mejores rituales que podía incorporar en mi vida. Y me encanta mi encuentro semanal con nuestra masa madre. La verdad es que voy aprendiendo de ella día a día y resulta un proceso fascinante.

Si quieres saber todos los motivos por los que soy tan súper fan de la masa madre, te remito a mi entrada pizza integral con masa madre, donde encontrarás, bien detallados, todos los beneficios para nuestra salud de tomar alimentos elaborados a partir de este proceso y con harinas integrales. Y, si quieres enriquecerte más sobre el tema con auténticos maestros del pan, te aconsejo que eches un vistazo a los vídeos, publicaciones y consejos de Ibán Yarza y GlutenMorgen.

Para elaborar este pan integral básico, sólo necesitarás tres ingredientes (agua, harina integral y sal marina) y un poco de paciencia. Pero es de lo más fácil que hay, porque prácticamente no necesita amasado (te cuento cuál es la técnica del amasado de 20 segundos) y su elaboración es de lo más sencilla (incluso lo he puesto en molde para que sea aún más cómodo).

 

Este pan integral básico me encanta porque:

  • La miga es aireada, agradable al paladar. He optado por una hidratación del 70% (los panes integrales siempre necesitan más agua que los blancos), que permite que el pan crezca bonito. Si quieres más hidratación, siempre puedes experimentar con más agua y obtendrás unos alveolos más grandes.
  • Resulta nutritivo y rústico, sin ser demasiado denso. Se trata de un pan con sabor, pero en su justa medida. Ideal para personas que quieran un pan integral sin ir a por sabores más intensos como los del centeno o el trigo sarraceno.

En mi caso, he utilizado harina integral de espelta, que elaboro en casa al momento con mi Vitamix, a partir del grano entero de espelta. A mí me encanta la espelta porque se trata de un grano antiguo que conserva más propiedades que los trigos modernos y porque, a nivel de sabor, ésta aporta un aroma y cremosidad especiales. En tu casa, por supuesto, puedes utilizar tanto harina integral de espelta como harina integral de trigo convencional, la que tengas será genial.

También quería comentarte que, si no dispones de masa madre en tu casa, puedes preparar el pan igualmente con levadura fresca de panadero (la que viene en forma de pastilla, que puedes encontrar en la sección de refrigerados) o con levadura seca (la que viene granulada). Durante el confinamiento ha sido súper complicado encontrar algunos ingredientes, así que no te agobies y hagámoslo fácil 😊 (te he dejado las equivalencias en los ingredientes y algunas explicaciones para su elaboración en el apartado correspondiente).

Este pan sigue la receta básica más básica de todas para panes integrales. Yo lo he hecho con un 40% de masa madre respecto al total de la harina (150 es el 40% de 375) y me encanta así. He estado leyendo varios artículos y visto otras recetas en las que incluyen más o menos porcentaje de masa madre y recogen otras variantes. Sin duda, si te apasiona este mundo, te aconsejo que hagas varias pruebas y encuentres la que más te guste. Para mí, este pan integral básico es un pan muy bien logrado y, después de varios intentos, me doy por más que satisfecha con él. Por eso no puedo esperar a compartirlo contigo:

 

Ingredientes para nuestro pan integral

 

  • 150g MM de espelta integral (al 100% de hidratación)
  • 375g harina de espelta integral
  • 280g agua tibia
  • 5g sal marina (1 c.c.)

 

Equivalencias para un pan sin masa madre

 

  • 450g harina de espelta integral
  • 355g agua
  • 5g sal marina
  • 9g de levadura fresca o 3g si es seca

 

Elaboración del pan integral

 

  1. La noche anterior, refrescamos nuestra masa madre: la sacamos de la nevera y, por 50g de masa madre, añadimos la misma cantidad en agua y en harina integral (50g masa madre + 50g agua + 50g harina integral). [Yo siempre la refresco toda y hago de más, porque así la que me sobra del refresco nuevo será la que guardaré para la siguiente semana.]
  2. Por la mañana, tomamos 150g de masa madre (el resto lo guardamos en un pote de cristal, cerrado, en la nevera) y la mezclamos en bol grande con los 280g de agua tibia. Mezclamos bien. Añadimos 375g de harina integral de espelta y mezclamos. Añadimos 5g de sal marina y mezclamos. Quedará una masa bastante pegajosa.
  3. Para amasar, tenemos varias técnicas. O bien amasamos durante 10 minutos de manera constante, hasta que la masa esté más fina. O bien amasamos en modo fácil (y el que te recomiendo si quieres hacerlo fácil fácil): le damos 3 amasados de unos 20 segundos cada uno, espaciados por 10 minutos de reposo, y listo.
  4. Dejamos reposar la masa durante toda la mañana, tapada con un trapo limpio. Si estás por casa, dale un pliegue al cabo de una hora.
  5. A primera hora de la tarde, cuando veas que la masa haya subido a tope (tardará más o menos en función de la temperatura exterior), preparamos la masa para el segundo y último reposo:
    • Preparamos un molde cubierto con un poco de aceite y espolvoreado con harina.
    • Nos mojamos las manos con un poco de agua o aceite, moldeamos el pan para que tenga la forma que nos interesa, intentando no desgasificarlo demasiado, y lo colocamos con cuidado en el molde, con el pliegue hacia abajo.
    • Dejamos reposar una última vez, entre 30 y 50 minutos. Si te gusta que el pan “estalle” en el horno y haga grietas en el pan, como en la foto, déjalo menos tiempo (30 minutos) para que acabe de subir en el horno. Si te gusta el pan más “entero”, más tipo pan de molde o pan de hamburguesa, déjalo más tiempo en este último reposo (los 50 minutos). En todo caso, en este punto es interesante que aprendamos a leer nuestro pan y así saber cuándo está listo.
    • Para lograr el efecto rústico de nuestro pan integral, espolvoreamos un poco de harina integral por encima y le hacemos unos pequeños cortes con un cuchillo afilado.
  6. Encendemos el horno a tope y dejamos que se caliente bien (unos 30 minutos). Para que la corteza quede espectacular, te recomiendo que pongas la bandeja del horno metálica abajo del todo cuando enciendas el horno, para que así se caliente bien, y cuando vayas a poner el pan, pongas un poquito de agua en la bandeja, para darle un toque de vapor.
  7. Ponemos el pan en el horno. Lo colocamos en la rejilla, que habremos colocado en la parte más bien inferior del horno: si dividimos el espacio del horno en 4, la rejilla la colocaremos en el lugar donde contaríamos ¼ del espacio, empezando desde abajo.
  8. Dejamos el pan cocer los primeros 10 minutos a máxima temperatura y luego bajamos a 180ºC. Dejamos cocer un total de unos 45 minutos, o hasta que esté crujiente y doradito por fuera y suene hueco cuando le damos golpes en la parte inferior.

 

Observaciones

 

  • Si en vez de masa madre utilizamos levadura seca o fresca, nos saltamos el primer paso y empezamos directamente por el segundo paso. Necesitaremos, no obstante, cambiar los ingredientes detallados en este segundo paso por los correspondientes en el apartado “equivalencias para un pan sin masa madre”. Y seguiremos la receta a partir de ahí.
  • Siempre vamos a tener en cuenta la temperatura para escuchar nuestra masa y respetar sus tempos. En invierno, los panes tardan más y en verano menos, así que es importante que vayamos experimentando y encontrando el ritmo que mejor nos venga y con el que obtengamos un mejor resultado.

Para este pan integral básico, te puede interesar…

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La Vitamix es una batidora perfecta para triturar todo lo que se te antoje y, además, puedes hacer harinas en casa. Me encanta porque desde que la tengo, me puedo preparar las harinas al momento: centeno, espelta, sarraceno… los panes con harinas recién molidas son lo más 😉 Puedes encontrarla en Conasi aquí.

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Molde para pan

Este es el molde de Kaiser que tengo en casa, de 30 cm. Para esta receta es perfecto, ni demasiado grande, ni demasiado pequeño. Te dejo aquí el enlace para encontrarlo en Amazon.

Varillas de silicona

Para empezar la mezcla del pan, especialmente cuando aún no le he puesto toda la harina, me encanta mezclar bien la masa con unas buenas varillas, libres de tóxicos. Puedes encontrarlas en Conasi aquí.

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Y si te ha gustado este pan integral básico…

Échale un vistazo a estas otras masas y panes elaborados con mucho mimo:

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Cómo hacer tahini

El tahini es la pasta o crema de sésamo, muy popular en la gastronomía de Oriente Medio, donde se utiliza para multitud de platos tradicionales, como el hummus o el baba ganoush, por ejemplo. O como base para salsas, como la típica salsa de tahini y limón. Muchas veces me preguntáis cómo hacer tahini casero u otras mantequillas de frutos secos, porque veis que las utilizo un montón en mi cocina. Y la verdad es que no puede ser más sencillo 🙂

Por eso hoy te dejo con todos los trucos para hacer tahini por ti mism@. Además, esta es una receta doble, porque este procedimiento también te servirá para elaborar cualquier mantequilla de frutos secos. Como la crema de cacahuete, la mantequilla de almendras o la crema de avellanas (que nos sirve como base para una deliciosa “Nutella” saludable y vegana).

Aunque puedes comprar el tahini y las mantequillas de frutos secos en cualquier herbolario (en los supermercados es súper difícil encontrarlos sin aditivos), resulta mucho más económico hacerlo en casa. Además, te aseguras de que utilizas ingredientes 100% de calidad y le das ese toque que a ti más te gusta.

El sésamo o ajonjolí es una semilla que destaca por su alto contenido en calcio. Si te interesa cómo conseguir calcio de fuentes que no sean los lácteos, una buena dosis te la darán las algas, las hojas verdes (y el brócoli especialmente) y, por supuesto, el sésamo. El sésamo también es rico en otros minerales como el magnesio, el fósforo, el cobre, el manganeso o el hierro.

Como otras semillas y frutos secos, es una gran fuente de lípidos, grasas saludables y omega-6. Las semillas de sésamo son ricas también en proteínas y destacan por su efecto remineralizante, reconstituyente y energético, perfectas para deportistas y para personas que presentan síntomas de debilidad, para estudiantes y para paliar los efectos del estrés oxidativo.

Ahora bien, si quieres beneficiarte de todas las ventajas de estas semillas, tendrás que masticarlas bien (proceso algo difícil, tratándose de semillas tan pequeñas) o triturarlas, para que nuestros intestinos sean capaces de absorber todos sus nutrientes. Por este motivo, tomar tahini es tan beneficioso para tu salud. Es una manera fácil de asegurarte que absorbes todos los nutrientes del sésamo.

Para utilizarlo en la cocina, es mucho mejor si lo diluyes en algún preparado: es mucho más digestivo y no es tan graso como si lo tomaras solo. Puedes diluirlo con un poco de agua y miso para preparar la clásica salsa de tahini y miso macrobiótica, también te sirve como base para la salsa de tahini y limón, ideal para acompañar falafels, ensaladas o kebabs vegetales. Diluido con un poco de melaza de arroz, funciona de maravilla como una crema untable para unas buenas tostadas elaboradas con pan de calidad. Puedes añadirlo a tus aliños, vinagretas y patés vegetales, como el hummus de garbanzos, el paté de remolacha o el baba ganoush (paté de berenjenas). E incluso introducirlo en los porridges del desayuno o en postres veganos para darle el toque cremoso y graso de la leche o la mantequilla.

Para elaborar cualquier mantequilla de semillas o frutos secos necesitarás:

  • 1 batidora potente, de vaso, o un procesador de alimentos.
  • Un mínimo de 300 g de semillas o frutos secos, crudos y pelados. Puedes escoger uno o un par de ellos:
    • Sésamo
    • Nueces
    • Avellanas
    • Almendras
    • Cacahuetes
    • Semillas de girasol
    • Nueces pecanas
    • Nueces de Macadamia
    • Pistachos
    • Anacardos

Y, si te apetece, puedes ponerle algún ingrediente extra para aportarle tu toque particular: canela, vainilla, una pizca de sal marina para una receta salada, una cucharadita de melaza de arroz para darle un toque dulce, especias al gusto…

Proceso de elaboración

Para su elaboración, vamos a empezar tostando el sésamo o los frutos secos de tu elección. Puedes tostar el sésamo en la sartén, pero para cantidades grandes como la de nuestra receta, a mí me resulta mucho más cómodo tostarlo en el horno. Además, te aseguras un tostado uniforme. Me gusta que el sésamo adquiera un ligero color dorado, ni muy tostado, ni muy blanco.

Para el tahini, se utilizan variedades claras. Dejaremos el sésamo negro para otras elaboraciones. Aunque puedes hacer crema de sésamo negro, la verdad es que tiene un sabor muy fuerte, más amargo y es más difícil de maridar e introducir en nuestros platos en el día a día.

Por supuesto, también puedes optar por no tostar las semillas o frutos secos, pero el resultado tiene menos carácter y cuesta más conseguir una textura fina a la hora de procesar la materia prima.

Una vez tostado, introducimos el sésamo en el vaso de la batidora y, a partir de aquí, el tiempo y la paciencia harán el resto del proceso. Es tan sencillo como dejar que se trituren las semillas a velocidad media durante unos minutos, dejando que ellas mismas saquen su propio aceite y creen esa textura untuosa que tanto nos gusta.

El tiempo de triturado variará en función de la batidora y el fruto seco. Así, por ejemplo: los cacahuetes o anacardos son frutos secos que rápidamente hacen mantequilla (entre 5 y 10 minutos), mientras que las avellanas y el sésamo tardan un poco más (10, 15 minutos) y las nueces pecanas aún son más lentas (hasta 20 minutos pueden tardar).

 

Cómo solucionar posibles fallos

Es importante no desesperar si vemos que no nos sale la textura cremosa porque el sésamo o los frutos secos se enganchan a las paredes de la batidora. En este caso, normalmente los posibles fallos se deben a:

 

  • Falta de tiempo de triturado. Vamos a seguir bajando con la espátula la pasta hacia abajo, con la batidora apagada, y vamos a seguir triturando, si hace falta a menor velocidad.
  • No hay suficiente sésamo o frutos secos. Si por mucho que bajemos la pasta, se queda enganchada y no hay manera que la cojan las cuchillas, posiblemente se deba a que no hay suficientes frutos secos. Tostamos unos pocos más, los añadimos y seguimos triturando.
  • La batidora no es suficiente potente. Si ninguna de las soluciones anteriores funciona, puede ser que, simplemente, la batidora no sea suficiente potente. A veces ocurre. Con la batidora de brazo, por ejemplo, difícilmente conseguirás hacer tahini o mantequilla de frutos secos. En este caso, mejor compra el tahini en tiendas de productos ecológicos.

Pues bien, una vez contados todos los detalles sobre cómo hacer tahini casero, te dejo aquí con la receta explicada paso a paso:

Ingredientes

  • 2 tazas de sésamo crudo (300 g)
  • 1 c.p. de aceite de coco, aceite de sésamo o aove (opcional)

Elaboración

  • Tostamos el sésamo en el horno o la sartén. Al horno, a 180ºC durante unos 18 minutos (en función de tu horno), removiendo cada 5 minutos. En la sartén, puedes tostarlo a fuego fuerte, sin parar de remover las semillas con una cuchara de madera. Si haces mantequilla de frutos secos, es mucho mejor tostarlos en el horno, pues el tostado resulta mucho más uniforme.

  • Introducimos el sésamo en el vaso de la batidora y trituramos 1 minuto a máxima potencia o hasta que se forma una pasta y deja de triturar porque el sésamo se ha adherido a las paredes. En este punto, paramos la máquina y bajamos la pasta hacia abajo con la ayuda de una espátula.
  • Volvemos a arrancar, esta vez a potencia media (a la velocidad 3 con la Vitamix o Thermomix) y dejamos así hasta que se forme una pasta más o menos líquida. Tardará unos 10 minutos, en función de tu batidora y del fruto seco o semilla.
  • Añadimos el aceite si queremos un resultado más cremoso y subimos a velocidad 4 o 5, lo que deje la crema sin que se quede enganchada en las paredes. Y trituramos a esta velocidad durante unos 5 minutos más. Apagamos.
  • Colocamos el tahini en un pote de cristal hermético y lo dejamos atemperar. Aunque estas son elaboraciones que aguantan bien fuera de la nevera algunas semanas, yo siempre las guardo en la nevera, pues así siempre se conservan mejor y no se enrancian los aceites (como a veces ocurre en verano). El tahini y las mantequillas de frutos secos pueden aguantar muchas semanas en perfecto estado, hasta meses, dentro de la nevera.

Para esta receta de tahini, te puede interesar…

Lámina de silicona para hornear

La solución para no tener que usar papel de horno cada vez. Sin duda, será una de mis próximas adquisiciones. Es perfecta como base para tostar el sésamo u otros frutos secos, para que no se nos enganchen a la bandeja del horno.

Te enlazo a esta que puedes encontrar en Conasi. Y recuerda que tienes un descuento del 5% por venir de mi parte con el código CNS-NATURALMENTE.

Vitamix Ascent 2500

La verdad es que una buena batidora Vitamix es perfecta para esta receta, porque necesitas una batidora potente para poder hacer tahini o mantequilla de frutos secos. Yo estoy más que contenta de poder estrenar mi Vitamix con esta receta 🙂

Puedes encontrarla en Conasi aquí. Recuerda que, con el código CNS-NATURALMENTE, tienes un 5% de descuento en todas tus compras.

Tarro de consera Weck

Estos preciosos tarros de conserva son herméticos y perfectos si quieres conservar tu tahini casero en un recipiente de la mejor calidad.

Te remito a este de Weck, que puedes encontrar en Conasi. Y recuerda que tienes un 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE.

Y si te ha gustado esta receta para tahini…

¿Qué te parecen estas deliciosas recetas donde utilizar tu tahini casero?

 

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Batido verde

Batido verde de invierno

Esta semana quería compartir contigo una de mis recetas favoritas para el desayuno: este delicioso batido verde, elaborado con frutas y verduras de la estación y con chute extra de vitamina C.

Si bien es cierto que los batidos suelen apetecer más de cara a primavera y verano, a mí últimamente el cuerpo me pide depurar un poco y, como mis intestinos están volviendo a digerir bien el crudo, muchas mañanas me levanto con antojo de una de estas preciosidades.

El batido verde es, sin duda, una gran opción para nuestros desayunos saludables. Lo conseguimos triturando las frutas junto con alguna verdura verde, que le aporta este bonito color. También añadimos agua o alguna bebida vegetal y, opcionalmente, podemos incorporar semillas, frutos secos, especias (como canela o jengibre), superalimentos (del estilo hierba de trigo, matcha o espirulina, por ejemplo) o incluso copos de avena, para hacerlo aún más completos nutricionalmente.

A mí, personalmente, me gusta mantenerlo simple. Por eso, en la versión de hoy, verás que el batido sólo lleva frutas, kale y agua. No le pongo bebida vegetal porque he optado por incorporar naranjas. Y siempre que escojo frutas ácidas para mis batidos, me gusta más añadir agua que leche, cuestión de gustos.

El batido verde es una fantástica opción para familiarizarte con las frutas y las hojas verdes. Y me encanta porque:

  •  Es fácil y rápido de preparar.
  • Incorporas un montón de vitaminas y minerales a tu cuerpo.
  • Activa y despierta, perfectos para tomar en ayunas o antes de la comida del mediodía.
  • Es hidratante y diurético, perfecto para combatir los excesos y la retención de líquidos.
  • Frena la acción de los radicales libres, al ser súper ricos en antioxidantes.
  • Te da un chute de energía, perfecto para empezar el día con buen pie.

La propuesta de hoy es muy especial porque, por una parte, es la primera receta de batido verde que publico (¡increíble que aún no hubiera publicado ninguna! jeje). Y, por la otra, porque desde que la elaboré en casa de mi mejor amiga una mañana de noviembre, con kale de su propio huerto, se ha convertido en una de mis versiones favoritas. Y la preparo religiosamente cada semana.

Así que, sin más dilación, te dejo con esta belleza para que la disfrutes:

 

Ingredientes (para 2 personas)

  • un plátano maduro
  • 2 naranjas
  • un kiwi
  • una pera
  • un vaso de col kale limpia
  • una c.s. perejil fresco (opcional)
  • ½ vaso de agua

Elaboración

  • Pelamos el plátano, el kiwi, la pera y las naranjas y ponemos todas las frutas, a trozos, en el vaso de la batidora. Es importante que sacar bien la piel blanca de la naranja. De lo contrario, nuestro batido será demasiado amargo.
  • Añadimos la col, limpia, y el perejil, picado. Batimos bien y vamos incorporando el agua poco a poco, hasta obtener la consistencia deseada.

Observaciones

  • Si no tienes batidora de vaso y quieres hacerlo con tu batidora de brazo, tendrás que cortar todos los ingredientes a trozos más pequeños. Empezar a triturar el agua con la naranja, y poco a poco ir añadiendo los demás ingredientes.

Contraindicaciones

  • Para las personas con colon irritable, enfermedad de Chron o alteraciones gastrointestinales.
  • Si presentas síntomas de debilidad, estás muy delgad@, con mucho frío interior y con dificultades para digerir, es mejor optar por batidos de frutas y verduras cocidas, especialmente en las estaciones más frías.

 

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Cuchillo puntilla

Una puntilla te será muy útil en esta receta para pelar y cortar todas las frutas. Te enlazo a este de Wüsthof de 9 cm, que podrás encontrar en Conasi. De la mejor calidad, un buen cuchillo para toda la vida.

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Vitamix Ascent 2500i

Para triturar todo lo que se te antoje, ideal para la receta de hoy, porque te deja el batido súper bien triturado. Es la batidora, con diferencia, que más finos deja los batidos. Puedes encontrarla en Conasi aquí.

Y recuerda que, con el código CNS-NATURALMENTE, tienes un 5% de descuento 🙂

Tabla de madera de bambú

Para cortar las frutas y verduras, una tabla de madera me resulta de lo más cómodo y orgánico. Por eso, es un básico en mi cocina 😉

Esta de Conasi me encanta porque está elaborada con madera de bambú, que resulta resistente, antimicrobiana y biodegradable. Acuérdate de que tienes un 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE.

Y, si te ha gustado este batido verde…

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