Carrot cake

Pastel de zanahoria en formato magdalenas o carrot cake muffins

El otoño ya está oficialmente aquí y con él, empieza la temporada de horno, especias y verduras dulces y de raíz 😊 Y qué mejor manera de celebrarlo que con estos deliciosos carrot cake servidos en porciones individuales al más puro estilo muffin.

El carrot cake o tarta de zanahoria es un postre típico de Estados Unidos que en los últimos años se ha popularizado enormemente por todo el territorio occidental. Y, por consiguiente, es uno de los pasteles que más juego aportan a la hora de ser adaptados a su versión healthy. Y es que, si echas un vistazo por Internet, verás que los hay en mil y una versiones: veganos, con o sin gluten, con horno, sin horno, crudis, con plátano, sin plátano, con avena, con coco, con harina integral de espelta, y un largo etcétera con el que no me voy a entretener ahora.

Para la versión de hoy, me apetecía una carrot cake con huevos (utilizo huevos ecológicos en mi cocina), y con harina de avena como única harina. La avena es un cereal muy reconstituyente y, junto con los huevos, aportan un extra de nutrición y energía a este postre, haciéndolo ideal como merienda, desayuno o snack para deportistas y personas que necesitan calentar y nutrir  tu cuerpo.

Si lo deseas vegano, puedes sustituir los huevos por la mezcla vegana de lino (1 cucharada de lino molido x 3 cucharadas de agua = 1 huevo) y puedes utilizar copos de avena y bebida de avena sin gluten si lo prefieres y/o necesitas para celíacos o intolerantes al gluten.

En la receta de hoy, he querido presentar el carrot cake en formato muffin, para obtener así unos bocaditos individuales o carrot cake muffins, muy apetecibles para servir cuando tenemos invitados. Si lo deseamos, podemos hornear tu pastel en un molde grande para tartas y cubrirlo luego con el frosting y así obtendremos el clásico pastel de zanahoria en el formato más tradicional. Aunque, en este caso, es más que probable que tengamos que ajustar el tiempo de cocción y dejarlo unos minutos más en el horno.

Este carrot cake me encanta porque:

 

  • Es nutritivo y saciante.
  • Realizamos en versión saludable una de las recetas más populares de postres norteamericanos. ¡Adoro hacer versiones healthy de clásicos de todo el mundo!
  • Está repleto de especias aromáticas y calientes como la canela, nuez moscada y jengibre, que combinan a la perfección con la zanahoria y las nueces.
  • Utilizamos una verdura en nuestros postres para aportar textura y dulzor natural (me encantan los pasteles con protagonistas como la calabaza, el boniato, el calabacín o la remolacha, ¡están riquísimos!).
  • No lleva azúcar refinado. En este caso, utilizamos un endulzante natural como el sirope de agave. Si lo deseas, puedes sustituirlo por tu endulzante favorito (ajustando de dulzor si fuera necesario).
  • No lleva ningún tipo de aceite, margarina ni mantequilla, lo que lo convierte en una tarta para nada aceitosa.
  • El frosting vegano no está elaborado con anacardos ni ningún otro fruto seco, a diferencia de la mayoría de frostings vegetales. El ingrediente principal aquí es yogur de soja. Y, el resultado, resulta cremoso, ligero y aromático.
  • Los trocitos de nueces aportan textura crujiente a una tarta que, gracias al yogur y las zanahorias, resulta cremosa, tierna y naturalmente dulce.
  • Puedes elaborar toda la receta en un momento gracias a una batidora potente, estilo Vitamix, y olvidarte así de ensuciar mil cuencos.

 

Te dejo con la receta de este delicioso carrot cake:


Ingredientes (para 9 raciones)


  • 250 g de zanahorias ralladas (unas 2 zanahorias grandes)
  • 3 huevos
  • ½ taza yogur de soja
  • ½ taza de sirope de agave
  • ¼ taza bebida de avena
  • 2 c.p. levadura eco de repostería
  • 2 c.p. canela molida
  • ½ c.c. nuez moscada
  • ½ c.c. jengibre molido
  • 2 tazas de harina de avena[1]
  • 1 taza de nueces


FROSTING DE YOGUR DE SOJA


  • 1 taza de yogur de soja natural y ecológico
  • Ralladura de 1 limón
  • 2 c.s. zumo de limón
  • 3 c.s. azúcar de coco
  • 1 c.s. aceite de coco
  • 1 c.p. harina de maíz eco


Elaboración


  • Primero preparamos la harina de avena. Podemos hacerlo a partir de copos de avena, que trituraremos en cualquier batidora de vaso medio potente. Yo utilizo la Vitamix y funciona de maravilla. Reservamos la harina aparte.
  • Precalentamos el horno a 180ºC. Preparamos los moldes, untando la superficie con un poco de aceite y enharinándolo todo con un poco de harina de avena. Sacamos el exceso de harina y reservamos.
  • Limpiamos las zanahorias y las ponemos a trozos grandes en el vaso de la batidora. Pulsamos durante unos segundos a velocidad media, para obtener nuestra “zanahoria rallada”. Si no dispones de una batidora de vaso, puedes rallar la zanahoria directamente con un rallador y disponerla en un bol grande.
  • Añadimos todos los ingredientes líquidos a la zanahoria (huevos, yogur, sirope y leche) y mezclamos bien. Si utilizamos batidora, mezclamos unos segundos a velocidad media. Si lo hacemos en un bol, mezclamos bien con las varillas.
  • Añadimos los ingredientes secos (levadura, canela, nuez moscada, jengibre y la harina que habíamos separado) y volvemos a mezclar, dejando que la batidora lo mezcle todo bien, pero sin que triture demasiado los trocitos de zanahoria.
  • Finalmente, añadimos las nueces y dejamos que se mezcle durante unos segundos más a media velocidad. Si hacemos la mezcla en un bol, tendremos que añadir las nueces ya picadas.
  • Añadimos la mezcla a los moldes, llenándolos solo hasta ¾ de su volumen. Horneamos entre 30 y 40 minutos, hasta que estén dorados por todos los bordes y su interior esté cocido. El tiempo de cocción variará mucho en función de tu horno y del tipo de molde que utilices (¡hay veces que tengo pasteles en el horno por más de 1 hora!).
  • Mientras tanto, preparamos el frosting de yogur y limón. En una cazuela pequeña, podemos todos los ingredientes para la cobertura: yogur de soja, la ralladura de limón, el jugo, el azúcar de coco, el aceite de coco y la harina de maíz ecológica.
  • Mezclamos bien con unas varillas y encendemos el fuego. Cocemos a fuego medio durante unos 5 minutos, removiendo muy a menudo, hasta que empiece a hervir y la harina de maíz espese el frosting. Apagamos y reservamos.
  • Cuando saquemos el carrot cake del horno, lo dejamos enfriar completamente. Lo desmoldamos y lo cubrimos con el frosting, dejando que caiga ligeramente por los costados. Decoramos con una nuez si se desea.
  • Podemos conservar los carrot cake en la nevera durante unos 4 días. Y poner el frosting en el momento de servir, así mantendremos mejor la textura de la tarta.



[1] Para conseguir tu harina de avena, sólo tenemos que moler previamente en la batidora la misma cantidad de copos de avena.

Para esta receta, te puede interesar…

Espátula de silicona

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Molde de silicona

El molde perfecto si lo que quieres es hornear tu carrot cake al estilo tradicional. Te enlazo a este de silicona platino, de la marca Lurch, que da muy buen resultado. Lo puedes encontrar en Conasi aquí. Y recuerda que tienes un 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE.

Y, si te ha gustado la receta…

Te animo a que le eches un vistazo a estos deliciosos bizcochos y/o tartas con las que se te hará la boca agua de la manera más saludable:

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Trío de patés vegetales al estilo mediterráneo

Seguramente ya lo habrás notado. Pero por si acaso, te lo cuento: me encantan los patés vegetales. Son súper ricos, cremosos, fáciles y muy rápidos de preparar.

Pero, sobre todo, me enamoran por su versatilidad y utilidad. Puedes usarlos como entrante con sticks de zanahoria y/o apio, con crackers caseros (como los que te propongo en el blog) –todo un clásico que no falla en ninguna fiesta. Puedes introducirlos en tu desayuno en una tostada de pan de buena calidad y un poco de rúcula, por ejemplo, o en el bocadillo de media mañana de los más peques. O incluso utilizarlos para acompañar tu plato principal, introduciendo un toque de cremosidad a todo tipo de cereales integrales y legumbres.

La gracia de los patés vegetales es que podemos hacerlos de casi cualquier cosa, sólo necesitamos una verdura o proteína vegetal de buena calidad, un poco de aove, especies y un poco de imaginación. Puedes jugar con las texturas, colores y sabores para darle ese toque mágico a tu elaboración.

Un truco para los mejores patés vegetales

Introduce siempre o un toque ácido (a partir de jugo de limón o un poco de vinagre de manzana) o un toque dulce (con un dátil o un chorrito de melaza de arroz o ágave) o un toque de grasa saludable (con un buen aceite, semilla o fruto seco) o una combinación de varios, para darle a tu paté ese toque mágico y alcanzar así un nivel superior, ya verás 😉

Para la receta de hoy, te propongo una combinación bien especial, al más puro estilo mediterráneo. Alcachofas, tomates secos, zanahorias, almendras, berenjena y aceitunas negras son los protagonistas de los patés vegetales de hoy. Verduras como base al servicio de unos patés saludables, más ligeros que los elaborados a base de proteínas, y suuuper ricos, ideales para compartir con los que más quieres y servir como entrante acompañados de unos sticks de apio o zanahoria (como puedes ver en la fotografía).

Te dejo con la receta (los ingredientes son para 4 personas):

 Paté de alcachofas y tomates secos

  • 7 corazones de alcachofa hervidos
  • 5 tomates secos rehidratados
  • ½ taza de almendras tostadas
  • 3 c.s. aove
  • ¼ taza de agua

Paté de zanahoria asada y almendras

  • 2 zanahorias asadas
  • ½ taza de almendras tostadas
  • ¼ taza de agua
  • 3 c.s. aove
  • 1 pizca de sal marina sin refinar
  • ½ c.c. pimentón ahumado
  • 1 c.c. orégano
  • 1 c.p. vinagre de manzana

Paté de berenjena y aceitunas negras

  • 1 berenjena asada
  • 1 c.s. olivada o 6 aceitunas negras de Aragón deshuesadas
  • ½ diente de ajo
  • 2 c.s. jugo de limón
  • 1 pizca de sal marina sin refinar
  • 3 c.s. aove
  • 1 pizca de pimienta negra recién molida
  • 1 c.p. ágave o 1 dátil

 Elaboración

  • Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y trituramos hasta obtener una crema espesa. Ajustamos sal al gusto. Servimos en unos cuencos con unas semillas por encima y acompañamos de los sticks que más nos gusten.

Para esta receta, es súper importante disponer de una buena batidora (para que ingredientes como las almendras o las alcachofas queden bien finos). Por eso te recomiendo que eches un vistazo a esta guía, donde encontrarás los recursos que necesitas para escoger la batidora que mejor se adapte a tus necesidades.

Para estos patés vegetales, te puede interesar…

Batidora Personal Blender - PB 150

Ideal para triturar pequeñas cantidades (como la de los patés vegetales o cualquier salsa), porque las batidoras de vaso suelen quedar demasiado grandes para tal propósito (a no ser que desees hacer cantidades industriales, por supuesto). También van muy bien para los patés las batidoras de brazo convencionales 🙂

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Si te gustan las recetas de patés y salsas, te recomiendo que eches un vistazo a esta mayonesa vegana de aguacate. Para chuparte los dedos 🙂

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