Macarrones con queso vegano

Hoy te traigo una receta de pasta nutritiva y muy sabrosa que hará las delicias de cualquier paladar: los macarrones con queso vegano. Te resultarán especialmente irresistibles si eres de los que se derriten por unos buenos macarrones con una salsa cremosa y reconfortante, de aquellos que se funden en la boca.

Estos macarrones con queso vegano son una adaptación de los famosos mac and cheese norteamericanos: una receta súper popular en Estados Unidos, Canada e Inglaterra, que consiste en macarrones bañados en una salsa de queso, con la variedad cheddar como uno de sus principales ingredientes.

En la receta tradicional, los macarrones suelen servirse gratinados al horno. Pero también suelen encontrarse cocinados y servidos en una cacerola. En la versión que te propongo, la más rápida, se sirve el plato directamente de la cazuela. Sin embargo, te cuento también cómo puedes hacerlo para servir tus macarrones gratinados.

Para la salsa de queso vegana, he utilizado coliflor, zanahoria y anacardos como base. Y, la verdad es que, cuando lo pruebes, ni te vas a acordar que lleva verduras como ingredientes principales. Así, verás que es una receta perfecta para los más pequeños de la casa, para introducir verduras de manera más que disimulada 😉

En cuanto a la pasta, he escogido unos macarrones de trigo sarraceno. Me encanta la combinación trigo sarraceno + coliflor. Por eso ha resultado tan sencillo escoger esta variedad de pasta. Pero en realidad puedes usar cualquier tipo de macarrones. En América, son muy populares los elbow macaroni para esta receta (literalmente: macarrones “codo”). Sin embargo, en España no se encuentran con facilidad. Lo más parecido que puedes encontrar es la pasta tiburón.

A mí me gusta utilizar macarrones ecológicos integrales o bien otras variedades con harinas sin gluten. Me parecen mucho más digestivos e interesantes que los que se elaboran con harinas refinadas. Además, al utilizar alimentos integrales, con su germen y su fibra, la asimilación es mucho mejor, más lenta, y te aporta energía de larga duración y de mayor calidad. Vaya, que es la opción más saludable.

Esta receta de macarrones con queso me encanta porque es:

  • Cremosa
  • Saciante
  • Nutritiva
  • Calentita, ideal para días fríos de otoño e invierno
  • Acogedora
  • Muy comfort food
  • Con sabor a queso de verdad

Así que, sin más que añadir, te dejo con la receta con la que conquistarás a todo el mundo:

 

Ingredientes (para 3 personas)

  • 1 vaso de coliflor en florecillas (110 gr)
  • ½ zanahoria mediana
  • ½ vaso de anacardos crudos o almendra cruda (65 gr) + agua para remojar
  • ¼ vaso levadura nutricional + un poco más por encima
  • 1 c.s. vinagre de manzana
  • ½ vaso de agua de hervir las verduras
  • 2 c.s. AOVE
  • ½ c.c. sal marina sin refinar
  • 1 c.c. ajo en polvo
  • 1 c.p. cebolla en polvo o deshidratada
  • ½ c.c. cúrcuma en polvo
  • Una pizca de pimienta negra recién molida
  • 250 gr macarrones eco (yo he utilizado los de trigo sarraceno)
  • Perejil fresco para decorar

Elaboración

  • Dejamos a remojo los anacardos la noche anterior. Si te has olvidado, puedes dejarlos a remojo con agua hirviendo una vez empieces con la receta 😉
  • En una cazuela, ponemos a hervir agua abundante, con una pizca de sal. Una vez arranque a hervir, echamos la coliflor y la zanahoria. Dejamos cocer las verduras durante 15 minutos. Las retiramos con una espumadera y sacamos también ½ vaso de agua, que utilizaremos para la salsa.
  • Devolvemos la cazuela al fuego, dejamos que arranque a hervir de nuevo, e introducimos los macarrones. Dejamos cocinar el tiempo que indique el paquete. A mí me gusta dejarlos al dente 😊
  • En un recipiente apto para batidora de brazo o en tu personal blender, ponemos las verduras, los anacardos escurridos y el resto de los ingredientes para la salsa. Trituramos y reservamos. Si quieres, puedes alargar la salsa con un poco más de agua o incluso con bebida vegetal, especialmente si vas a gratinar tus macarrones.
  • Mezclamos los macarrones con la salsa y servimos con un poco de perejil fresco por encima. Si lo deseas, puedes ponerlos en una bandeja de horno, espolvorearlos con levadura nutricional y gratinarlos unos minutos a máxima temperatura.

 

Observaciones

  • Si vas a gratinar tus macarrones con queso, te recomiendo que alargues un poco la salsa para hacerla más líquida y dejes los macarrones más al dente de lo habitual. Así, con la segunda cocción al horno, estos van a poder cocer un poco del líquido de la salsa para terminar de cocinarse.
  • Te recomiendo que acompañes este súper plato de pasta con una fresca ensalada variada o una buena dosis de verduras cocidas levemente.
  • Si quieres hacer la receta más rápida, cuece las verduras al mismo tiempo que la pasta. Puedes hacerlo en dos ollas distintas o bien cocinar las verduras unos minutos y luego echar la pasta, de manera que las verduras y los macarrones estén cocidos al mismo tiempo. Prepara todos los ingredientes para la salsa en un recipiente, de modo que cuando las verduras estén cocidas sólo tengas que añadir estos últimos ingredientes y triturar.

 

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Ollas SKK para vitro y gas

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Ideal para triturar pequeñas cantidades (como la de nuestra salsa de queso vegana), porque las batidoras de vaso suelen quedar demasiado grandes para tal propósito (a no ser que desees hacer cantidades industriales, por supuesto). También van muy bien para las salsas las batidoras de brazo convencionales 🙂

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Cuchara de madera de olivo

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¿Compartimos la receta?

Batido verde

Batido verde de invierno

Esta semana quería compartir contigo una de mis recetas favoritas para el desayuno: este delicioso batido verde, elaborado con frutas y verduras de la estación y con chute extra de vitamina C.

Si bien es cierto que los batidos suelen apetecer más de cara a primavera y verano, a mí últimamente el cuerpo me pide depurar un poco y, como mis intestinos están volviendo a digerir bien el crudo, muchas mañanas me levanto con antojo de una de estas preciosidades.

El batido verde es, sin duda, una gran opción para nuestros desayunos saludables. Lo conseguimos triturando las frutas junto con alguna verdura verde, que le aporta este bonito color. También añadimos agua o alguna bebida vegetal y, opcionalmente, podemos incorporar semillas, frutos secos, especias (como canela o jengibre), superalimentos (del estilo hierba de trigo, matcha o espirulina, por ejemplo) o incluso copos de avena, para hacerlo aún más completos nutricionalmente.

A mí, personalmente, me gusta mantenerlo simple. Por eso, en la versión de hoy, verás que el batido sólo lleva frutas, kale y agua. No le pongo bebida vegetal porque he optado por incorporar naranjas. Y siempre que escojo frutas ácidas para mis batidos, me gusta más añadir agua que leche, cuestión de gustos.

El batido verde es una fantástica opción para familiarizarte con las frutas y las hojas verdes. Y me encanta porque:

  •  Es fácil y rápido de preparar.
  • Incorporas un montón de vitaminas y minerales a tu cuerpo.
  • Activa y despierta, perfectos para tomar en ayunas o antes de la comida del mediodía.
  • Es hidratante y diurético, perfecto para combatir los excesos y la retención de líquidos.
  • Frena la acción de los radicales libres, al ser súper ricos en antioxidantes.
  • Te da un chute de energía, perfecto para empezar el día con buen pie.

La propuesta de hoy es muy especial porque, por una parte, es la primera receta de batido verde que publico (¡increíble que aún no hubiera publicado ninguna! jeje). Y, por la otra, porque desde que la elaboré en casa de mi mejor amiga una mañana de noviembre, con kale de su propio huerto, se ha convertido en una de mis versiones favoritas. Y la preparo religiosamente cada semana.

Así que, sin más dilación, te dejo con esta belleza para que la disfrutes:

 

Ingredientes (para 2 personas)

  • un plátano maduro
  • 2 naranjas
  • un kiwi
  • una pera
  • un vaso de col kale limpia
  • una c.s. perejil fresco (opcional)
  • ½ vaso de agua

Elaboración

  • Pelamos el plátano, el kiwi, la pera y las naranjas y ponemos todas las frutas, a trozos, en el vaso de la batidora. Es importante que sacar bien la piel blanca de la naranja. De lo contrario, nuestro batido será demasiado amargo.
  • Añadimos la col, limpia, y el perejil, picado. Batimos bien y vamos incorporando el agua poco a poco, hasta obtener la consistencia deseada.

Observaciones

  • Si no tienes batidora de vaso y quieres hacerlo con tu batidora de brazo, tendrás que cortar todos los ingredientes a trozos más pequeños. Empezar a triturar el agua con la naranja, y poco a poco ir añadiendo los demás ingredientes.

Contraindicaciones

  • Para las personas con colon irritable, enfermedad de Chron o alteraciones gastrointestinales.
  • Si presentas síntomas de debilidad, estás muy delgad@, con mucho frío interior y con dificultades para digerir, es mejor optar por batidos de frutas y verduras cocidas, especialmente en las estaciones más frías.

 

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Cuchillo puntilla

Una puntilla te será muy útil en esta receta para pelar y cortar todas las frutas. Te enlazo a este de Wüsthof de 9 cm, que podrás encontrar en Conasi. De la mejor calidad, un buen cuchillo para toda la vida.

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Para triturar todo lo que se te antoje, ideal para la receta de hoy, porque te deja el batido súper bien triturado. Es la batidora, con diferencia, que más finos deja los batidos. Puedes encontrarla en Conasi aquí.

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Tabla de madera de bambú

Para cortar las frutas y verduras, una tabla de madera me resulta de lo más cómodo y orgánico. Por eso, es un básico en mi cocina 😉

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Y, si te ha gustado este batido verde…

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¿Compartimos la receta?

Sopa depurativa

 

Muy buenas, ¿qué tal estás?

Hoy te traigo una receta perfecta para desintoxicar el cuerpo después de los excesos navideños y, por supuesto, siempre que sientas que lo necesitas 😉 Esta sopa depurativa es especialmente indicada cuando aún hace frío fuera y apetecen caldos y recetas calentitas.

Es una sopa de verduras básica, elaborada con las verduras más detox, y aderezada con aquellos súperalimentos que más nos ayudan a desintoxicar nuestro organismo.

Y me encanta porque:

  • Descongestiona, desinflama y ayuda a eliminar las mucosidades.
  • Es de origen 100% vegetal y 100% saludable.
  • Calienta y a la vez regenera, limpia y tonifica.
  • Es muy fácil de hacer y no requiere de tu atención por más de 10 minutos.
  • Tiene ese toque ácido del limón que combina tan bien con el jengibre y la cúrcuma.
  • Es digestiva, ligera e hidratante.

Si has estado comiendo en exceso (en especial grasas y proteínas de origen animal, además de alcohol, harinas refinadas y/o azúcar) y te apetece limpiarte a través de la alimentación, esta sopa es, simplemente, ¡la receta perfecta!

Al llevar sólo verduras (sin proteína vegetal ni fideos ni cereal integral), es mucho más ligera que sus compañeras las sopas más completas y resulta ideal cuando tu cuerpo te pide VOLVER a la verdura. Imagino que ya sabes de qué te hablo, ¿verdad? 😉

Por supuesto, puedes cambiar las verduras por otras de tu elección, pero te recomiendo estos ingredientes en particular por sus múltiples beneficios:

  • Puerro: es diurético, depurativo y antiinflamatorio. Ayuda a disminuir la tensión arterial elevada, a combatir los resfriados y mejorar las afecciones del sistema respiratorio.
  • Nabo: verdura depurativa por excelencia, es rica en fibra y contribuye a descargar las grasas acumuladas, a mejorar las defensas y a fomentar nuestro sistema inmune.
  • Shiitake: alimenta las defensas y protege el corazón, ayuda a eliminar grasas y colesterol de nuestro cuerpo.
  • Apio: verdura ligera y suave, aromática y saciante, es diurética, depurativa, digestiva y beneficia la salud cardiovascular.
  • Brócoli: verdura con propiedades anticancerígenas, es rica en vitamina C, hierro, clorofila y ácido fólico y estimula la depuración hepática.
  • Wakame: remineraliza y alcaliniza, es una importante fuente de yodo, fósforo, hierro y calcio, lo que contribuye a mantener huesos y dientes sanos. Es saciante y baja en kcal, lo que la hace ideal para mantener o perder peso.
  • Jengibre: de sabor picante, esta raíz oriental es perfecta para aromatizar nuestra sopa y, además, es antiinflamatoria, antioxidante, antiséptica, favorece la digestión y calienta el organismo, pues estimula la circulación, en especial la periférica. También estimula la pérdida de peso, al movilizar la energía del cuerpo.
  • Cúrcuma: raíz con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas; tonifica, favorece las digestiones y estimula la secreción de bilis. Combinada con pimienta negra, se potencian sus efectos antiinflamatorios.
  • Limón: rico en vitamina C, este mágico cítrico depura, alcaliniza e hidrata, potencia el sistema inmune y ayuda a limpiar nuestro hígado.
  • Perejil: aligera las digestiones, refresca y estimula la pérdida de peso, como otras hierbas aromáticas. Aporta vitamina C, hierro y es muy diurético.

Vamos con la receta:

 

Ingredientes (para 3-4 personas)

  • ½ puerro
  • 6 setas shiitake frescas (también puedes utilizar shiitake secos o cualquier otra seta)
  • ½ rama de apio
  • un chorrito de AOVE
  • 1 litro de agua
  • un trozo de alga wakame de 5 x 5 cm
  • 1 c.c. sal marina sin refinar
  • un trozo de jengibre de 3 cm
  • 1 nabo pequeño
  • 1 vaso de brócoli cortado a florecitas pequeñas
  • ¼ c.c. pimienta negra
  • 1 c.p. cúrcuma
  • 2 c.s. tamari
  • Jugo de ½ limón
  • un puñado de perejil fresco

 

Elaboración

  • En una cazuela grande, salteamos el puerro cortado a juliana fina, con un pequeño chorrito de AOVE, a fuego medio, durante unos 3 minutos.
  • Mientras tanto, limpiamos las setas y las cortamos a juliana. Las añadimos al puerro y salteamos unos minutos más, hasta que estén doradas las verduras.
  • Cortamos el apio a juliana y la añadimos a la sopa. Salteamos un minuto más.
  • Añadimos al cazo 1 litro de agua, un trozo de alga wakame, una pizca de sal, y el jengibre cortado a rodajas gruesas. Subimos el fuego al máximo y esperamos que empiece a hervir. Bajamos el fuego a llama media y dejamos cocer durante 10 minutos.
  • Mientras se cuece la sopa, pelamos el nabo y lo rallamos, cortamos el brócoli a florecitas y lo limpiamos bien. Añadimos el nabo y el brócoli, una vez pasados los 10 minutos, y dejamos hervir entre 2 y 3 minutos más. Apagamos el fuego.
  • Con el fuego ya apagado, rectificamos de salado añadiendo un par de cucharadas de tamari, e incorporamos el jugo de ½ limón, la cúrcuma molida y la pimienta. Servimos con un poco de perejil fresco picado.

 

Observaciones

  • Si eres más exigente con el uso del aceite en la cocina depurativa, te recomiendo que sustituyas el aceite de oliva virgen extra por aceite de sésamo virgen de primera presión en frío (sin tostar) o bien que realices el primer salteado en agua en vez de aceite.

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Cuchillo de cerámica Kyocera

Para pelar y cortar las verduras, un buen cuchillo de cerámica es indispensable en mi cocina. Porque, además, no se desafilan y son más ligeros que los de acero.

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Cuchara de madera de olivo

Para remover las verduras, una cuchara de madera me resulta de lo más cómodo y orgánico. Por eso, es un básico en cualquier cocina.

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Y, si te ha gustado la receta…

¿Te apetecen otras sopas y recetas depurativas? Aquí te dejo con algunas ideas que te pueden gustar:

 

¿Compartimos la receta?

Pan sin gluten de trigo sarraceno y semillas

Libre de gluten, sin harinas, sin levadura. Un pan que se vende solo 😊 Este pan sin gluten de trigo sarraceno y semillas es perfecto si estás buscando un pan fácil de hacer, con ingredientes sencillos, delicioso y de lo más saludable.

Para hacerlo, sólo necesitarás trigo sarraceno en grano, agua, sal marina, aceite de oliva virgen extra y semillas. Aquí la chía y el lino juegan un papel fundamental, pues su mucílago actúa haciendo la masa consistente, la engancha. Hace, básicamente, la función del gluten. Últimamente se ha puesto muy de moda utilizar psyllium para los panes sin
gluten. Pero hoy quería empezar con una receta más básica y con ingredientes que puedes encontrar con facilidad.

Además de estos ingredientes, también necesitarás tiempo de fermentación. Porque, al ser un pan sin levadura, vamos a dejarlo fermentar de manera natural, y eso va a hacer que luego crezca un poquito en el horno. Ahora bien, no te imagines un pan esponjoso tipo pan industrial, porque el resultado no tiene nada que ver con éste. Más bien es un pan denso, con sustancia, pero con alguna burbujita.

Si no lo dejas fermentar el tiempo que te aconsejo, como resultado vas a tener un pan estilo “mazacote” bastante difícil de comer. Ese fue el error que cometí la primera vez que hice pan con trigo sarraceno en grano y sin levadura y, la verdad, la solución es tan sencilla que casi parece increíble que no lo hubiera pensado antes. Así que, por favor, sigue los timings de la receta y tendrás un resultado increíble 😉

También es importante que lo dejes cocer suficiente. Si ves que el pan sin gluten te queda demasiado húmedo por dentro, dale unos minutos más en el horno. En mi caso, que tengo un horno sin ventilación (y, por lo que tengo comprobado, más lento que los otros hornos), tuve que darle unos 10 minutos más y subir la temperatura a 250ºC, para que se acabara de dorar. Y eso hizo la diferencia. El resultado ha sido más que satisfactorio.

En cuanto a utensilios, necesitarás una batidora de vaso de buena calidad, capaz de triturar el trigo sarraceno en grano, que habrá estado en remojo toda la noche. Yo sin duda te recomiendo la Vitamix, una batidora súper potente que te servirá para triturar el grano sin ningún problema.

Como verás, este pan sin gluten que te propongo está aderezado con semillas de girasol y de calabaza. Me encanta así porque le dan ese toque a pan de semillas tan rico, un tanto crujiente. Pero si lo que te apetece es variar la receta, puedes cambiar estas dos semillas por otros ingredientes de tu elección: tomates secos y orégano, romero y aceitunas negras, cebolla caramelizada, nueces, etc. Importante: las semillas de chía y las de lino son esenciales en la receta, así que deberías mantenerlas aun si haces el pan con variaciones.

Este pan sin gluten de trigo sarraceno te va a encantar porque es:

  • Denso y saciante
  • Muy sabroso
  • Crujiente
  • Saludable
  • Libre de levadura
  • Vegano
  • Muy fácil de hacer

 

Ingredientes

  • 2 tazas de trigo sarraceno (375 gr)
  • 1 taza y ¼ de agua (285 gr)
  • 1 c.p. sal marina sin refinar (5 gr)
  • ¼ taza de semillas de chía (40 gr)
  • 2 c.s. semillas de lino (20 gr)
  • 4 c.s. AOVE (40 gr)
  • ¼ taza semillas de girasol (40 gr), opcional
  • ¼ taza semillas de calabaza (40 gr), opcional
  • Un chorrito de AOVE para untar el molde + un poco de harina sin gluten (yo usé harina de trigo sarraceno)

 

Elaboración

  • Limpiamos bien el trigo sarraceno bajo el grifo, con la ayuda de un colador fino.
  • Lo colocamos en un bol de cristal, lo cubrimos bien de agua y lo dejamos a remojo toda la noche.
  • A la mañana siguiente, escurrimos bien el sarraceno en un colador fino. Mientras se escurre, en un bol mezclamos las semillas de chía, las semillas de lino, el agua y la sal. Dejamos reposar 10 minutos, hasta que las semillas suelten su mucílago y creen un gel.
  • Ponemos el trigo sarraceno en el vaso de la batidora, junto con la mezcla de agua, sal y semillas, y el aceite de oliva. Trituramos bien, hasta formar una masa. Podemos dejar algunos “grumitos” de semillas y trigo sarraceno, le dará ese toque rústico tan especial.
  • Disponemos la mezcla en un bol grande con la ayuda de una espátula. Añadimos las semillas de calabaza y de girasol y mezclamos con la espátula. Dejamos reposar entre 8 y 24 horas, en función de la temperatura exterior. En verano, con unas pocas horas será suficiente. En invierno, necesitará más tiempo. La masa está a punto de hornear cuando empiezan a aparecen burbujas y empieza a oler a fermentación.
  • Una vez pasadas las horas de fermentación, calentamos el horno a 180ºC (con ventilación) o a 200ºC (sin ventilación). Traspasamos la mezcla a un molde para pan de molde, previamente untado con aceite y espolvoreado con harina de trigo sarraceno.
  • Horneamos hasta que esté dorado, entre 1 hora – 1 hora y 20 minutos, dependiendo del horno y la ventilación.
  • Una vez cocido, lo sacamos del horno, lo dejamos reposar unos minutos y, cuando esté a una temperatura maniobrable, lo sacamos del molde y lo dejamos enfriar sobre una rejilla de horno.

 

Observaciones

  • Lo podemos conservar hasta una semana en la nevera, cubierto o en un recipiente hermético.
  • Es importante que, cuando vayamos a consumir nuestro pan, lo tostemos, en la tostadora o en la sartén. Queda mucho más rico. Y es que el pan de trigo sarraceno suele ser siempre un poco húmedo. Y tostado quedará perfecto.
  • Receta inspirada en la receta de Laura García de pan de trigo sarraceno.

Para esta receta de pan sin gluten, te puede interesar…

Molde para pan

Un buen molde de 30 cm, de Ballarini. Para esta receta es perfecto, ni demasiado grande, ni demasiado pequeño. Te dejo aquí el enlace para encontrarlo en Zwilling.

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Para triturar todo lo que se te antoje, ideal para la receta de hoy, porque te deja el sarraceno bien triturado. Incluso tritura las semillas de lino y chía, si lo dejas más rato 😉 Puedes encontrarla en Conasi aquí.

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Espátula de silicona

Para moldear la masa del pan, vas a necesitar una buena espátula de silicona, libre de tóxicos.

Encuéntrala en Conasi aquí y recuerda que tienes un descuento del 5% con el código CNS-NATURALMENTE 🙂

Si te ha gustado este pan sin gluten…

¿Te apetece acompañarlo de estas deliciosas propuestas?

 

¿Compartimos la receta?

Coliflor al horno

¡Muy buenas! ¿Cómo va todo?

Hoy quiero compartir contigo una receta que no puede faltar en mis días de finales de otoño e invierno y es perfecta para introducir la verdura en tu vida de una manera rica y saludable: la coliflor especiada al horno.

Se trata de una receta súper sencilla, crujiente y deliciosa, en la cual le damos protagonismo a esta preciada crucífera. Cuando empieza la temporada de la coliflor, y aprovechando el frío exterior, me encanta cocer la coliflor al horno, pues es muy cómodo. Y no deja ese olor desagradable que ocurre cuando la cocemos hervida, jeje.

Además, con la técnica que voy a contarte, conseguirás que la coliflor quede crujiente, manteniendo así muchas más vitaminas que si dejáramos la verdura blanda.

Mi truco, para esta receta, está en las especies. Le pongo una buena cantidad de curri. Le da ese toque oriental que tanto me gusta 😉 También el pimentón ahumado le da un punto especial, ya que combina a la perfección con la coliflor.

El resultado es una receta un tanto festiva, ideal para celebraciones. Puedes usarla como como elemento protagonista en una buena ensalada templada. Añádele espinacas crudas, granada, unos piñones y una vinagreta a base de mostaza y tendrás una ensalada fenomenal. Pero también funciona de maravilla como guarnición de cualquier plato principal.

En la fotografía, la he acompañado con arroz rojo, pepino, salsa de yogur de coco y falafels (¡delicioso!).

La coliflor es una verdura muy rica en vitaminas, fibra, antioxidantes y tiene un gran poder saciante. Además, a nivel gastronómico es muy versátil, pues puedes utilizarla en un montón de recetas:

  • Como sustituto del arroz y del cuscús. Simplemente tienes que rallarla y servirla cruda o macerada con el resto de ingredientes.
  • Como base para pizzas. Se ha puesto muy de moda en dietas libres de gluten y, sin duda, es una idea de lo más saludable. Aquí te dejo con la propuesta de Danza de Fogones.
  • Hervida unos pocos minutos y en vinagreta de mostaza, perfecta como ensalada. A mí me encanta así, porque queda suuuper crujiente.
  • Gratinada con una bechamel vegana y sin gluten (te dejo el enlace aquí a mis canelones veganos, donde encontrarás la receta de la bechamel de mi abuela).
  • Como base para purés, cremas de verduras y salsas para pasta. ¿Sabías que puedes hacer unos deliciosos espaguetis al estilo Alfredo usando esta crucífera como base? Te enlazo aquí una receta de ElaVegan que te va a chiflar 😉 (está en inglés).

En definitiva, que la coliflor es una maravilla (se nota que me encanta, ¿verdad?). Pero vayamos al lío y te dejo aquí con mi versión de la receta de coliflor al horno. Para chuparse los dedos…

Ingredientes (para 4 personas)

  • 1 coliflor mediana
  • 3 dientes de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • Una pizca de sal
  • 4 clavos de olor
  • 2 c.p. curri
  • Pimienta negra recién molida al gusto
  • 1 c.c. pimentón dulce ahumado
  • Otras especies de tu elección: cilantro en polvo, jengibre en polvo, nuez moscada…
  • 1 c.c. sal marina sin refinar
  • 2 c.s. AOVE

Elaboración

  • Calentamos el horno a 220ºC (con ventilador) o a 250ºC (sin ventilador).
  • Mientras tanto, limpiamos la coliflor y la cortamos a florecitas. Podemos darle un toque más rústico si separamos las flores manualmente, sin cuchillo.
  • Preparamos la bandeja del horno cubriéndola con papel parafinado y vamos disponiendo la coliflor encima.
  • Salpimentamos y vamos echando todas las especies, además de un chorrito de AOVE de buena calidad.
  • Masajeamos la coliflor y la dejamos bien esparcida en la bandeja. Este punto es importante, porque queremos que la coliflor quede crujiente, y para ello es importante que ésta ocupe la máxima superficie posible.
  • Introducimos la bandeja al horno, y horneamos durante 15 minutos (con ventilación) o durante 20 minutos (si no disponemos de ventilación en el horno).

Observaciones

  • Masajear las verduras, además de terapéutico, es esencial en esta receta, porque conseguiremos que las especies se mezclen bien y se integren en la coliflor. Además, ¡le ponemos nuestra energía!

 

Para esta receta, te puede interesar…

Lámina de silicona para hornear

La solución para no tener que usar papel de horno cada vez. Sin duda, será una de mis próximas adquisiciones (si no me lo traen los Reyes, claro 😉 ).

Te enlazo a esta que puedes encontrar en Conasi. Y recuerda que tienes un descuento del 5% por venir de mi parte con el código CNS-NATURALMENTE.

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Cuchillo puntilla

Una puntilla te será muy útil en esta receta para cortar la coliflor en flores. Te enlazo a este de Wüsthof de 9 cm, que podrás encontrar en Conasi. De la mejor calidad, un buen cuchillo para toda la vida.

Y recuerda que tienes un descuento del 5% con el código CNS-NATURALMENTE.

Y si te ha gustado la receta…

Échale un vistazo a estas propuestas de temporada:

 

¿Compartimos la receta?

Ensalada indonesia Jukut Antungan

[RECETA PATROCINADA POR CONASI]

Esta receta, todo un clásico de la gastronomía indonesia, es una ensalada que me encanta por su diferencia de texturas y sabores. Es picante, aromática, exótica, cremosa y crujiente a la vez, y muy muy rica. Aunque es un poco menos famosa que la ensalada, también indonesia, llamada Gado Gado, esta ensalada Jukut Antungan hará las delicias de cualquier paladar, te lo aseguro.

Lo que la hace tan especial es, sin duda, la textura crujiente de las judías verdes y la col blanqueadas, junto con la salsa picante de coco y especias. La mezcla es increíble, ya verás.

La salsa es también muy especial, porque se elabora a partir de una «pasta base» picante que sirve precisamente como base para un montón de elaboraciones asiáticas. Mi sugerencia es que hagas más cantidad de pasta picante y la congeles en raciones individuales en la cubitera. Una vez congelados, los sacas del recipiente y los guardas todos juntos en un recipiente o pote de cristal o en una maravillosa bolsa de silicona Stasher.

 

En la fotografía, puedes ver la pasta picante que servirá como base para la salsa de coco.

 

La versión que te propongo hoy está adaptada al paladar vegano y healthy. Además, he cambiado algunos ingredientes de la pasta base para que te sean más fáciles de encontrar en España. Porque la receta original tiene un montón de especies interesantísimas pero súper locales, que son prácticamente imposibles de conseguir aquí.

Esta ensalada Jukut Antungan es perfecta también para preparar en tus comidas familiares durante estos días. Es exótica, aromática y deliciosa. Una buena manera de sorprender a tus invitados a partir de las verduras como protagonistas. Ahora bien, conociendo el gusto de la media española, te recomiendo que ajustes la cantidad de picante al gusto. Y le pongas un poquito menos. Aunque tengo que reconocer que a mí me parece perfecta tal y como está en la receta 😉

Si quieres descubrir esta increíble ensalada…

… donde te enlazo con la entrada de la receta en el blog de Conasi.

¡Ah! Y recuerda que, si te apetece comprar algo en la página web de Conasi, tienes un descuento del 5% en todas tus compras, utilizando el código de descuento CNS-NATURALMENTE.

 

Y si te gusta este estilo de comida…

Te recomiendo que le eches un vistazo a estas deliciosas recetas, con un toque exótico y oriental:

 

¿Me ayudas a compartir?

10 recetas veganas para triunfar en Navidad

Hoy, te traigo 10 recetas veganas para triunfar en Navidad. Imagino que si me estás leyendo es porque estarás acabado de diseñar tu menú navideño y estás en busca de nuevas ideas: quizás quieres introducir algo más saludable para unas fiestas más ligeras, o quizás quieres sorprender a tu invitado vegetariano o vegano con platos elaborados a partir de ingredientes de origen vegetal.

Sea cual sea el motivo por el que estás aquí, la verdad es que las navidades, por norma general, se suelen asociar con época de excesos de todo tipo, especialmente sobre la mesa. Lo que se traduce en digestiones más pesadas, un cuerpo más intoxicado y menos salud en todos los aspectos de nuestra vida.

Por supuesto, no te voy a decir cómo vivir tu Navidad ni cómo comer durante estas fechas. Sólo una cosa: no te juzgues. Si has empezado a vivir de un modo más sano y quieres mantenerlo así durante las fiestas, fantástico. Si deseas darte algún capricho y tomar alguna cosa que normalmente no consumes, también bien. Lo importante es que escojas lo que realmente deseas, sea lo que sea, y que lo disfrutes. Que para eso está la Navidad, para disfrutar.

Pues bien, después de esta pequeña introducción, te lanzo mi propuesta personal. Quiero ayudarte en tu diseño del menú navideño y aportar un granito de salud y consciencia a tus fiestas. Quiero compartir contigo algunas ideas para que disfrutes de todo el sabor que te mereces y, además, introduzcas recetas más saludables, ligeras y de origen vegetal con estas 10 recetas veganas para triunfar en Navidad.

 

Vamos a ello:

1.

Crema de calabaza

El primer plato perfecto para la nochebuena. Es cremosa, hidratante y reconfortante, ideal para una noche fría de invierno. En esta receta, tienes una versión con cacahuetes, pero ¿qué te parece si los sustituimos por castañas? Un ingrediente muy de temporada y que hace muy de Navidad.

Si las compras secas (llamadas «pilongas»), las puedes cocer a parte con agua que las cubra, durante 1 hora aproximadamente.

También te saldrá riquísima, si, en vez de cocer la calabaza en la olla con la cebolla, la asas al horno y luego la añades a la crema.

2.

Trío de patés al estilo mediterráneo

El entrante perfecto para el picoteo del día de Navidad. En esta receta, tienes tres ideas muy mediterráneas: paté de alcachofas y tomates secos, paté de zanahoria asada y almendras, y paté de berenjena y aceitunas negras.

Por supuesto, elabora los patés que más te gusten (¿quién se resiste a un buen hummus, por ejemplo?) y acompáñalo de tus mejores crackers y sticks de verduras.

Importante, que haya sticks de verduras: zanahoria, pepino, calabacín, apio… (haz más cantidad de los de zanahoria, que triunfan más). Así te aseguras un buen aporte de vitaminas a la comida con la verdura al dente. Esencial teniendo en cuenta que la mayoría de platos típicos de Navidad van a ser en largas cocciones.

También quedan muy ricos acompañados de crackers caseros. Te dejo aquí el enlace a la receta de crackers sin gluten que tengo en el blog. Sencillamente deliciosos. Pruébalos y me cuentas 😊

3.

Una ensalada verde y deliciosa

Un plato que no puede faltar. Ideal para compensar todo el exceso de grasa, hidrato de carbono y proteína de los platos más que contundentes que suelen servirse por Navidad. Por eso, una ensalada verde y deliciosa es el plato perfecto para refrescar un poco nuestro paladar.

Introduce todo tipo de hojas verdes y añade un montón de color con más ingredientes de lo habitual. Puedes jugar con ingredientes de temporada: boniato, calabaza asada, col lombarda, naranja, mandarina, manzana, pera, coliflor, granada. Añade piñones u otros frutos secos, le dan un toque festivo muy interesante. Prepara una buena vinagreta a base de limón o vinagre de manzana, con un toque dulce.

Aquí te dejo un par de enlaces a recetas veganas de ensaladas navideñas, de Danza de Fogones:

4.

Sopa de galets

El primer plato clásico de la comida del día de Navidad en Catalunya. Aquí te dejo una receta muy interesante, para que rellenes los galets con “pilota” a base de gluten de trigo. Una propuesta muy interesante de Cilantro and Citronella.

El año que viene, cuelgo mi propia versión de la pilota 😉

5.

Boniato al horno relleno

Las verduras rellenas son siempre una fantástica opción para el principal en cualquier celebración de invierno. Calientan, tonifican y sólo necesitan un buen sofrito y mucho mimo.

¿Mi propuesta para Navidad? Seguimos la receta de boniato al horno relleno de alcachofas; pero, en vez de utilizar boniato, partimos de una bonita calabaza redonda, que rellenaremos con los ingredientes de la receta + un poco de quinoa cocida. Rico, rico.

6.

Canelones veganos tradicionales

El clásico de entre los clásicos en mi tierra para la comida de Sant Esteve (el día 26 de diciembre). Aquí te propongo una versión muy tradicional, cambiando la carne picada por lentejas rojas y elaborando una bechamel deliciosa a base de leche vegetal.

El resultado es súper nutritivo, reconfortante y, de lejos, mucho menos pesado que los canelones tradicionales.

Además, puedes cambiar el relleno al gusto (prueba con hacer un sofrito a base de cebolla, boletus y tofu… la combinación es espectacular) y, si te animas, puedes probar de hacer la “pasta” a base de láminas de calabacín o berenjena.

Este año hemos probado los de calabacín y el resultado es riquísimo. Sólo tienes que laminar el calabacín con la mandolina, escaldarlo y colocar tres tiras en un extremo de una esterilla, poner el relleno y darle forma como si de un sushi maki se tratara. Un montón de ideas, pues, para tus recetas veganas de Navidad.

7.

Trufas de cacao

El dulce perfecto para la sobremesa. Esta versión es ligera y saludable, y además está riquísima. Puedes añadir ralladura de naranja a la mezcla y vas a tener unas trufas de lo más navideñas.

Y, si te animas a darle un toque todavía más festivo, hazte con unas frambuesas liofilizadas, hazlas polvo en la batidora, y rebozas las trufas en el polvo de frambuesa. ¿Qué te parece? Te quedarán de color rojo Navidad (¡adoro estas recetas veganas!)

8.

Turrón de Suchard

Este turrón es de lo mejor que he probado. Palabra. La mezcla del chocolate con la crema de frutos secos es sencillamente espectacular, y le aporta un toque más cremoso al que es imposible de resistirte. Además, combinado con el arroz hinchado crujiente, hace las delicias de cualquier paladar.

La receta la encontrarás aquí. Y ya verás qué fácil y rápida. Es la receta perfecta para iniciarte en el mundo de los turrones caseros y triunfarás seguro.

9.

Galletas de jengibre sin gluten

Otro dulce clásico de las navidades, las galletas de jengibre. Originarias del norte de Europa, las galletas de jengibre se han hecho un rincón en nuestra cocina también. ¡Y es que son deliciosas!

Aquí te dejo con mi propuesta (sin gluten, y que lleva huevo, pero que puedes substituir sin problema por la mezcla de huevo vegano) de estas aromáticas galletas de Navidad.

10.

Polvorones de espelta

Y, para acabar, te dejo con esta maravillosa y saludable receta de polvorones caseros, de mano de las chicas de Nishime.

La encontrarás al final del artículo, en el apartado “polvorones de espelta o sin gluten”, pues puedes adaptar la receta a una versión sin gluten si así lo prefieres.


El año que viene, más y mejor. Hasta entonces, a disfrutar con los vuestros y felices fiestas 🙂

Si te han gustado estas recetas veganas para Navidad, ¿compartimos?

Turrón de Suchard vegano

Hoy quiero compartir contigo una receta ideal para estas Navidades: el turrón de Suchard. En una versión más que interesante: con ingredientes ecológicos, vegano, sin lácteos ni azúcares refinados. Y, además, el resultado es tan rico que va a hacer las delicias de toda la familia e invitados. Te lo aseguro: éxito asegurado. Estuvimos probando este turrón en uno de los cursos de cocina navideña y ha sido una locura. Este turrón de Suchard es DELICIOSO.

La Navidad es una época que suele asociarse con un montón de excesos. Excesos, precisamente, de todo aquello que no nos resulta tan adecuado para fomentar nuestra salud: demasiadas grasas, demasiados hidratos refinados, demasiada proteína animal, demasiado alcohol y azúcar… Con lo cual, nuestras digestiones se vuelven más pesadas y solemos acabar las fiestas con algún que otro kilito de más.

Pero no entremos en pánico, porque voy a ayudarte 😉 Mi misión es acompañarte a tener unas fiestas con más consciencia, más saludables, e igual de sabrosas. Porque las fiestas están para compartir y disfrutar, ¿verdad?

Por eso, he empezado con este delicioso turrón de Suchard, elaborado con ingredientes ecológicos, vegano, y con todo el amor del mundo. Para que endulces las fiestas más saludablemente y con un resultado espectacular.

Si nunca te habías propuesto preparar tus propios turrones, este turrón de Suchard es el turrón perfecto para empezar. Necesitas unos pocos ingredientes bastante fáciles de encontrar y, además, la elaboración no podría ser más sencilla y rápida. Sólo necesitarás unas horas para refrigerarlo, que adquiera consistencia y, ¡voila! Ya tendrás tu súper turrón.

Para esta receta, he utilizado chocolate negro ecológico con un mínimo del 70% de cacao. Sin embargo, el chocolate está endulzado con azúcar de caña. Un endulzante que, como probablemente sabrás, no me gusta nada utilizar, ni que sea ecológico.

Normalmente prefiero usar chocolates endulzados con sirope de ágave u otros endulzantes menos refinados, pero he estado haciendo pruebas con el chocolate endulzado con ágave y hay un pequeño-gran problema: no se funde al baño maría, más bien adquiere una consistencia de pasta.

Estoy segura de que, con un poco más de estudio sobre el tema, voy a ser capaz de elaborar un turrón 100% saludable a partir de manteca de cacao, cacao en polvo y con el endulzante que más me guste.

Pero de momento, esta ha sido la primera aproximación y creo que es muy interesante porque:

  1. Los ingredientes son fáciles de encontrar en cualquier tienda bio y
  2. Es un turrón perfecto para quien decide elaborar su primer turrón.

No hace falta que lo diga, pero, por si acaso: este turrón es para tomar con moderación 😊 Sí, ya sé que va a ser muy difícil de llevar a la práctica el consejo (¡¡es absolutamente irresistible!!). Pero es importante recordar que, los dulces, con medida.

Bien, te dejo con la receta de esta delicia:

Ingredientes

  • 150 gr chocolate ecológico negro (mínimo 70% cacao)
  • 50 gr chocolate ecológico con leche vegetal (se puede sustituir por 50 gr chocolate negro ecológico)
  • 30 gr arroz integral hinchado natural (sin ingredientes añadidos)
  • 60 gr mantequilla de frutos secos natural (ideal: de almendra o avellana tostada)
  • 30 gr sirope de ágave (sólo en el caso de utilizar un chocolate con más del 70% de cacao)

 

Elaboración

  • En un recipiente al baño María, deshacemos los chocolates, mezclando bien.
  • Sacamos del fuego y añadimos la mantequilla de frutos secos. Y el ágave, si es que estamos utilizando un chocolate súper amargo y potente. Volvemos a mezclar bien con la ayuda de las varillas.
  • Mientras tanto, untamos un molde para turrón con un chorrito de AOVE.
  • Añadimos el arroz hinchado a la mezcla del chocolate y mezclamos con una espátula.
  • Extendemos el turrón en el molde y dejamos enfriar 6 horas en la nevera (o 2 horas en el congelador).
  • Una hora antes de servir, lo sacamos de la nevera, lo desmoldamos y dejamos que se atempere un poco.

 

Para este turrón de Suchard, te puede interesar…

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Molde de turrón

Este molde de turrón me gusta mucho porque, al ser de silicona, resulta muy cómodo a la hora de desmoldar. Puedes encontrarlo en Amazon a través de este enlace.

Si no te apetece comprar un molde sólo para los turrones, puedes hacerlo también con un molde alargado para pan de molde, o bien con un tetrabrik partido por la mitad longitudinalmente.

Varillas de silicona platino

Este batidor de varillas de silicona platino, de la marca Lurch, es una gran opción, porque el material es seguro, y es muy cómodo de usar y limpiar. Lo puedes encontrar en Conasi aquí y aprovecharte del 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE.

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Vitamix Ascent 2500i

Vitamix es una batidora muy potente, ideal para la receta de hoy: para hacer tus propias mantequillas de frutos secos (te ahorrarás bastante dinero si la haces tú mism@ en vez de comprarla hecha). Te dejo con el enlace de afiliados a Conasi aquí, donde puedes encontrar la Vitamix.

Y, si quieres aprender a hacer una buena mantequilla de frutos secos, te dejo aquí este enlace a mi entrada para aprender a elaborar tahini y cualquier mantequilla de frutos secos.

Y si te ha gustado este turrón de Suchard…

Te animo a que le eches un vistazo a estas elaboraciones perfectas para tus fiestas navideñas:

¿Compartimos la receta?

Chocolate a la taza de algarroba

Aprovecho que hace unas semanas impartí un taller sobre cocina saludable con algarroba, para el Espai Ebre Km0, del Ajuntament d’Amposta, para compartiros una de las recetas que más triunfaron en la sesión: el chocolate a la taza de algarroba.

Una receta sencilla, rápida y perfecta para cualquier tarde de otoño e invierno, cuando apetece algo calentito que nutra y refuerce. Además, sabes que está hecho con los mejores ingredientes. Así que es muuucho más saludable que el chocolate a la taza convencional: sin lácteos, sin azúcar. Y sólo necesitas 4 ingredientes base (+ algún extra opcional) que fácilmente tendrás en casa.

Antes de empezar con la receta, te quería presentar un poquito a nuestra amiga la algarroba, que es no es más que el fruto del árbol llamado algarrobo. Resulta que desde hace miles de años que ha estado vinculado al paisaje de la costa mediterránea. ¿No tienes memorias, de cuando eras peque, de ir al campo y chupar una vaina de algarroba?

Sí, desde siempre la algarroba ha estado en nuestros campos (los que están más cerquita del mar Mediterráneo). Y, de hecho, España es el país con más producción de algarroba a nivel mundial. Aunque también goza de mucha popularidad en otras partes del mundo, como Argentina, Perú, Marruecos y varios países mediterráneos.

La algarroba pertenece a la familia de las leguminosas, y tiene forma de vaina de color marrón oscuro que contiene, a su vez, una tierna pulpa y las semillas, más duras. Para obtener la harina de algarroba, que es el modo en el que más se suele encontrar la algarroba para consumo humano, se separa la pulpa, se tuesta y se tritura hasta obtener el polvo que conocemos.

Con las semillas, se elaboran otros preparados también muy interesantes, como la goma de garrofín, que actúa como gelificante natural y es conocido en el mercado como E-410.

Propiedades

Lo que, sin duda, me parece más interesante de este fruto es, por un lado, que es local, con lo cual con su elección favorecemos un consumo consciente. Y, por otro lado, sus beneficios para nuestro organismo:

  • Y es que, a diferencia del cacao, la algarroba no contiene teobromina y, por lo tanto, no excita ni resulta adictiva. Es perfecta para toda la familia y, en especial, para los más pequeños de la casa. Si notas que a tu hij@ le excita el cacao/chocolate, te recomiendo que evites el cacao a partir de cierta hora de la tarde y optes por elaboraciones, más suaves, a partir de la algarroba.
  • A diferencia del cacao, no contiene ácido oxálico, que inhibe la absorción de hierro y calcio.
  • Además, la algarroba es muy baja en grasas, en comparación con su compañero el cacao. Ideal para quien siga una dieta pobre en grasa.
  • También es muy rica en taninos, con lo cual tiene un gran poder astringente. Perfecto para casos de gastroenteritis y diarreas.
  • Su sabor es dulce, con lo cual no necesitaremos añadir tanto endulzante como si usáramos cacao en polvo. Puedes utilizarla como sustituto del cacao en cualquier receta. Sólo te recomiendo empezar con menos cantidad de dulce e ir añadiéndole el endulzante poco a poco, hasta encontrar su punto.

Hoy empezamos con una receta bien sencilla para ir familiarizándonos con ella, si es que aún no la conoces:  el chocolate a la taza, un «chocolate caliente» a base de algarroba, ideal para estos días tan fresquitos 😉 Funciona de maravilla como merienda, es vegana, sin gluten, sin edulcorantes refinados. Y además con todos los beneficios de la algarroba (por supuesto, también la puedes hacer cambiando la harina de algarroba por cacao en polvo puro).

Pues bien, te dejo con la receta de este delicioso chocolate a la taza:

Ingredientes (para 3 personas)

  • 2 tazas de bebida vegetal de arroz (500 gr)
  • dos cucharadas de harina de arroz integral (20 gr)
  • 2 cucharadas de harina de algarroba (20 gr)
  • Una pizca de canela en polvo o una rama de canela en rama
  • de una a dos cucharadas de melaza de arroz (25-50 gr)
  • Nata de coco (opcional) a partir de una lata de leche de coco ecológica para decorar, o bien un poco de chocolate negro eco laminado

Elaboración

  • Si queremos preparar nata de coco, tendremos que poner la lata de leche de coco a la nevera la noche anterior. Así se separa la parte sólida de la parte líquida.
  • Para preparar la algarroba a la taza, empezamos poniendo a calentar una taza y media de bebida vegetal en un cazo, al fuego.
  • Mientras tanto, mezclamos en un bol la media taza de bebida de arroz que quedaba, la harina de arroz, la harina de algarroba, la melaza y la canela. Y lo batimos todo con las varillas.
  • Cuando la leche del cazo empiece a hervir, introducimos la mezcla que tenemos en el bol. Y vamos mezclando con las varillas, hasta que empiece a hervir y espesar. Dejamos hervir a fuego suave mientras vamos removiendo durante unos 2 minutos. Apagamos el fuego y servimos.
  • Si vamos a decorar con nata de coco, sacamos la lata de la nevera. Ponemos la parte sólida (la de arriba) en un bol, y batimos con unas varillas o, si tienes unas varillas eléctricas, mucho mejor con ellas, hasta formar una nata montada. Si preferimos decorar con chocolate, simplemente tenemos que hacer las láminas con un cuchillo, cortando bien finito el chocolate.

Observaciones

  • Puedes cambiar la bebida de arroz por cualquier leche vegetal de tu agrado. En este caso, posiblemente tendrás que ajustar la cantidad de dulce que añades a tu algarroba a la taza. Y es que la leche de arroz es bastante más dulce que otras, como la de avena o la de soja natural.
  • Puedes cambiar la canela en polvo por chile en polvo o la raspadura de media vaina de vainilla. A mí, personalmente, me encanta el chocolate con chile 🙂
  • También puedes cambiar la melaza de arroz por tu endulzante favorito. Te recomiendo este en particular porque es muy suave y bastante equilibrado. Si usas, por ejemplo, sirope de ágave, tendrás que utilizar mucha menos cantidad, porque su poder endulzante es enorme.

 

Para este chocolate a la taza, te puede interesar…

Batidor de varillas

Este batidor de varillas de silicona platino, de la marca Lurch, es una gran opción, porque el material es seguro, y es muy cómodo de usar y limpiar. Lo puedes encontrar en Conasi aquí y tendrás un 5% de descuento con el código CNS-NATURALMENTE.

Cacerola Terracotta

Amercook es una marca en quien confío plenamente. Porque sus ollas y sartenes están fabricadas con materiales ecológicos y sin PFOA. Esta que te enlazo aquí es el modelo pequeño, de 20 cm de diámetro, indicado para todo tipo de cocinas incluso inducción.

Bol de acero inoxidable

Me gustan los boles de acero inoxidable porque son libres de tóxicos y mucho más cómodos de manejar que los de vidrio. Por eso, para cocinar uso boles de acero inoxidable, como estos de «A slice of green», fabricados en acero inxocidable de la mejor calidad — los puedes encontrar aquí. Y, para servir, prefiero un bonito bol de cristal, como este de aquí.

Y si te ha gustado este chocolate a la taza…

Seguro que te van a gustar estas recetas dulces y a base de cacao. Te recuerdo que puedes cambiar el cacao por algarroba siempre que quieras ;):

 

¿Me echas una mano y compartimos la receta? 😉

Cómo hacer chucrut

Hoy te traigo la receta perfecta para iniciarte en el mundo de los fermentados caseros. En este post, vas a aprender cómo hacer chucrut casero, de forma fácil y rápida.

El chucrut, o sauerkraut, no es nada más que col fermentada en salmuera. Es un producto originario de Alemania y se ha hecho muy popular durante los últimos años en el mundo healthy. Básicamente, porque es un alimento súuuper saludable:

  • Al estar fermentado, su contenido en vitaminas se multiplica. El chucrut es especialmente rico en vitamina A, B1, B y C.
  • Mejora la digestión, sobre todo de las proteínas y alimentos ricos en grasa. Por eso en Alemania es típico que se sirva junto a las salchichas.
  • Es un alimento depurativo, pues precisamente ayuda a limpiar los tóxicos acumulados en nuestro organismo.
  • También es un excelente probiótico, ya que contiene bacterias vivas que repueblan nuestra flora bacteriana. En este sentido, es indispensable que en nuestra dieta incorporemos probióticos, del mismo modo que tomamos alimentos ricos en fibra (prebióticos), para mejorar nuestra salud intestinal. [1]
  • Mejora nuestro sistema inmune, al favorecer la microbiota de nuestros intestinos.
  • Es rico en minerales como el calcio, hierro, fósforo y magnesio.

La única contraindicación que conozco es si estás llevando una dieta pobre en sal a causa de la hipertensión u otros problemas relacionados. En este caso, puedes optar por otros probióticos o pasar tu chucrut bajo el grifo antes de consumirlo.

Fuentes de probióticos

[1] Si quieres introducir los probióticos en tu vida, tienes varias opciones: encurtidos de buena calidad (aceitunas, pepinillos, etc.), kéfir de agua, kéfir de leche, yogures naturales, soja fermentada (miso, tamari, tempeh…), té kombucha u otros fermentados.

Entre todos, te recomiendo apostar por los de origen vegetal (encurtidos, chucrut y otras verduras fermentadas, kéfir de agua, yogures veganos, soja fermentada y té kombucha) y siempre sin pasteurizar. Por dos razones básicas: primero, porque no contribuimos a la explotación animal y, segundo, porque nos evitamos algunos de los problemas que puede conllevar el consumo de la proteína del lácteo.

A la hora de escoger chucrut, es mejor que lo compres fresco no pasteurizado (en la sección de refrigerados) o bien te lo hagas tú mism@. Y es que, si lo comemos pasteurizado (el que viene en tarros de cristal) o bien lo cocinamos, perdemos sus propiedades probióticas y parte de sus vitaminas.

La verdad es que es más bien difícil encontrar el chucrut fresco. La única marca que conozco que lo comercialice es Kramer’s Krautboy, y no se encuentra de manera generalizada en las tiendas de productos ecológicos. Por eso, siempre recomiendo hacer el chucrut en casa. ¡Ya verás qué fácil es! Sólo tienes que preparar unos cuantos tarros y, una vez fermentados, los puedes guardar en la nevera e ir usando a medida que los necesites. Vas a tener chucrut para varias semanas, incluso meses 😉

Si necesitas ideas para introducirlo en tu día a día, te cuento. Puedes incorporarlo a tus desayunos, encima de unas tostadas elaboradas con pan de buena calidad (con masa madre y harinas integrales ecológicas), también en tus ensaladas, verduras… y como guarnición en platos principales. Combina la mar de bien con tempeh, cebollas, mostaza, eneldo, manzanas, apio, remolacha, etc. Solo hay que dejar volar la imaginación y le darás ese toque mágico a cualquier elaboración, con ese toque ácido y salado tan particular del chucrut, que me tiene enamorada.

El chucrut clásico se elabora amasando la col con sal, permitiendo que la verdura deje ir todo el líquido, e introduciendo el resultado (col + líquido) en un tarro de cristal. En la versión tradicional, se le añade bayas de enebro y semillas de alcaravea.

Para la versión de hoy, he querido simplificar el proceso. Quiero mostrarte la manera más fácil, rápida y efectiva que conozco para elaborar chucrut casero: preparando una salmuera y metiendo la col en el tarro con la mezcla de agua y sal. Una técnica sencilla y que siempre funciona. Prueba y me cuentas 😉

Vamos a la elaboración del chucrut paso a paso. Para realizarla, necesitarás:

Ingredientes

  • 1 cucharada de sal marina sin refinar (15 gr)
  • un litro agua
  • 1 col verde pequeña o repollo

Utensilios

  • Un tarro grande de cristal hermético estilo Fido, u otros tarros de cristal convencionales de boca ancha
  • Una cazuela grande con agua para esterilizar los botes
  • Un trapo de algodón limpio
  • Una tabla grande de madera
  • 1 cuchillo cebollero
  • Un bol de cristal grande para hacer la mezcla del agua con la sal
  • 1 plato

Elaboración

  • Primero, ponemos agua a hervir en una cazuela grande y hervimos los botes que vamos a usar durante 5 a 10 minutos, para esterilizarnos. Los retiramos, con la ayuda de una cuchara larga, y los extendemos encima de un trapo de algodón limpio, para que se sequen.
  • Preparamos la salmuera en un cuenco mezclando un litro de agua por 15 gramos de sal marina. Mezclamos bien y dejamos unos minutos que se disuelva la sal.
  • Mientras tanto, sacamos las hojas externas de la col. La cortamos en cuartos, desechamos el tronco del centro y cortamos la col a juliana bien finita.
  • Introducimos la col picada en los tarros de cristal. Apretamos bien y cubrimos con la salmuera. Cerramos los tarros, les ponemos fecha y los colocamos encima de un plato, en un lugar fresco y oscuro.
  • Dejamos fermentar el chucrut durante 2 a 3 semanas, dependiendo de la temperatura exterior. Dos semanas en verano, tres semanas en invierno.
  • Durante el proceso, es posible que vaya saliendo un poco de agua del tarro, efecto de la propia fermentación. Por eso, es importante que hayamos colocado el plato debajo del tarro, así el líquido quedará contenido y lo podremos vaciar fácilmente.
  • Una vez pasado el tiempo de espera, abrimos el tarro y comprobamos que el resultado es perfecto: la col tiene que estar un poco más transparente, crujiente, salada y ácida. Si está blanda o ha aparecido moho, la desechamos directamente (nunca ha llegado a pasarme, la verdad). Si se ha quedado parte de la col por encima de la salmuera, sin estar cubierta de líquido, yo suelo descartar esa primera capa de chucrut, por precaución.
  • Cerramos de nuevo los tarros y los conservamos en la nevera, hasta que vayamos a consumirlos.

Observaciones

  • Es muy importante utilizar una sal marina de primera calidad. Yo uso sal marina sin refinar del Atlántico (es fina y de color blanco), pero puedes usar cualquier otra sal ecológica.
  • Puedes probar de hacer chucrut con todas las variaciones que quieras: con col lombarda u otro tipo de coles, con cebolla, zanahoria, rabanitos, con pasas y canela, con pimienta negra y laurel… En las fotos, puedes ver el chucrut básico y el chucrut de color rosa, con la mezcla de col blanca y col lombarda.
  • Si utilizas un tarro Fido, te recomiendo que no llenes el tarro hasta arriba, a diferencia de cómo lo haríamos con los tarros convencionales (y tal y como te explico en la receta). Con los botes herméticos, dejaremos suficiente espacio arriba sin cubrir, unos 3 o 4 dedos en recipientes grandes, pues se rompería el bote si lo llenáramos demasiado.

Para esta receta de chucrut, te puede interesar…

Tarros herméticos

Los tarros Bormioli Fido son los botes clásicos para hacer conservas. Te aseguras que se hace el vacío, por lo que los alimentos se conservan mucho mejor. Te recomiendo este de Amazon que tiene una capacidad de 2 litros, suficiente para la cantidad de la receta.

Cuchillo cebollero Zwilling

Me encanta hacer chucrut con un buen cuchillo cebollero. Y, sin duda, mi favorito es este de la marca Zwilling. Una inversión para toda la vida.

Sal marina sin refinar

Para hacer el chucrut (y para todo), necesitarás una buena sal marina sin refinar. Siempre aconsejo usar una buena sal, que resulte saludable y equilibrada para el organismo. Esta de Soria Natural es la sal básica que utilizamos en casa.

Si quieres descubrir todos los secretos de la fermentación…

Te remito a Nerea Zorokiain, experta en macrobiótica, y su reciente libro Fermentación, la bíblia donde encontrar todos los trucos para fermentar paso a paso.

Y si te ha gustado esta receta de chucrut…

Échale un vistazo a mis recetas dedicadas a las crucíferas:

¿Compartimos la receta? 🙂